Si te cambias de ropa durante un vuelo, vas muchas veces al baño del avión o te quedas ensimismado mirando un punto en la distancia, puede que seas objeto de una vigilancia especial.

Al menos si viajas en un vuelo nacional dentro de Estados Unidos.

Así lo destapó una investigación del diario The Boston Globe este fin de semana, que puso al descubierto la existencia del programa “Cielos tranquilos” con el que la Agencia de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA, por sus siglas en inglés) lleva años monitoreando el comportamiento de algunos pasajeros sin su conocimiento.

El programa hace uso de un algoritmo secreto con el que señala a pasajeros sin antecedentes criminales para vigilarlos durante vuelos nacionales o en los propios aeropuertos.

Según la información de The Boston Globe, algunos agentes federales aéreos encomendados con esta tarea han criticado el programa.

Tras el revuelo causado tras la difusión de la noticia, el portavoz de la TSA James O. Gregory dio más detalles sobre los orígenes del programa y sus objetivos, comparándolo con otras actividades de aplicación de la ley con las que que los agentes monitorean a determinados individuos o zonas vulnerables a los crímenes.

¿En qué consiste?

Bajo el programa “Cielos tranquilos”, agentes federales aéreos (air marshals) observan los movimientos y comportamientos de determinados pasajeros en aeropuertos y vuelos desde el año 2010, aunque la práctica se mantenía en secreto hasta ahora.

Cualquier conducta sospechosa la reportan a la TSA, según el reportaje de The Boston Globe.

Para empezar, el programa utiliza un algoritmo para analizar el patrón de viaje de un pasajero y sus posibles relaciones con personas sospechosas de actividad criminal o terrorista.

Los agentes analizan los datos y determinan si la persona debe ser monitoreada.

Estos pasajeros —que son tanto ciudadanos estadounidenses como extranjeros— no forman parte de ninguna base de datos de sospechosos de terrorismo ni tienen antecedentes criminales, y tampoco son notificados de su inclusión en la lista de “Cielos tranquilos”.

Interior de un avión con pasajeros

BBC
Agentes fedeales aéreos tienen una lista de comportamientos que utilizan para monitorear a un pasajero bajo el programa “Cielos tranquilos”.

“El propósito del programa es garantizar que los pasajeros y la tripulación estén protegidos durante el transporte aéreo”, precisó la TSA en un comunicado enviado a BBC Mundo.

“Contrario a lo que dice el artículo ‘Bienvenido a los cielos tranquilos’ publicado por The Boston Globe, el programa no toma en cuenta raza y religión y no está pensado para vigilar a estadounidenses comunes”, agrega.

“En el contexto de las fuerzas del orden, el diseño central del programa no se diferencia de colocar un agente de policía en un lugar donde la información de los servicios de inteligencia sugiere la necesidad de observar y disuadir”.

El comunicado de TSA justifica el programa asegurando que “analiza los patrones de viaje del pasajero y, a través de un sistema de comprobaciones, añade una línea adicional en la defensa de la seguridad aérea”.

¿Qué buscan los agentes?

Según documentos internos de la TSA que fueron publicados por The Boston Globe, los agentes estudian diversos comportamientos del viajero como por ejemplo:

  • Estar excesivamente inquieto o moverse demasiado.
  • Sudor excesivo.
  • Mirada penetrante y fría.
  • Ojos muy abiertos que se quedan mirando fijamente.
  • Tocarse la cara.
  • Si duerme o no durante el vuelo.
  • Si usa el teléfono celular u otros dispositivos electrónicos.
  • Si va muchas veces al baño.

El comportamiento de los pasajeros señalados también se monitorea fuera del avión dentro de las instalaciones del aeropuerto. En este sentido, la TSA analiza si la persona:

  • Se da la vuelta, cambia de dirección y/o se detiene mientras está en tránsito en el aeropuerto.
  • Intenta cambiar la apariencia cambiándose la ropa, afeitándose en el aeropuerto (o después en el avión).
  • Usa el reflejo en los escaparates para detectar a potenciales vigilantes encubiertos.
  • Observa la puerta de embarque desde lejos.
  • Embarca al final.
  • Observa a otra gente que a su vez parece estar observando.

La TSA no ofreció detalles sobre cómo se selecciona a los pasajeros que serán monitoreados o cómo funciona el programa, pero su portavoz indicó que no se debe considerar “vigilancia” porque la agencia, por ejemplo, no escucha las llamadas de los pasajeros ni los sigue fuera de los aeropuertos.

Si el comportamiento no tiene consecuencias y el vuelo se desarrolla sin problemas, al pasajero no se le dice nada ni es arrestado.

No hay datos sobre la tasa de éxito de este programa para evitar ataques o desmantelar tramas criminales.

Reacción a la noticia

La iniciativa provoca interrogantes sobre la privacidad de ciudadanos que viajan rutinariamente dentro de EE.UU. y sobre la creciente red que extienden las fuerzas del orden en su intento de garantizar la seguridad en el aire.

“La Asociación de Agentes Federales Aéreos cree que las misiones que se basan en inteligencia reconocida, o en apoyo a investigaciones federales en marcha, deben ser el criterio adecuado para la planificación de los vuelos. Actualmente, ‘Cielos tranquilos’ no cumple los criterios que nos parecen aceptables“, dijo en un comunicado John Casaretti, presidente de la Asociación de Agentes Federales Aéreos.

“El público estadounidense estaría mejor servido si estos agentes fueran asignados a la vigilancia en los aeropuertos y en las zonas de embarque para que se puedan controlar con rapidez incidentes de tiroteos masivos y que los crímenes federales puedan ser abordados de forma adecuada y consistente”, agregó.

Por su parte, Hugh Handeyside, abogado de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, dijo que este programa “es un gran desperdicio del dinero de los contribuyentes y genera una serie de preguntas constitucionales”.

“Estas preocupaciones son más agudas dado el historial de la TSA en el uso de técnicas no científicas y poco fiables para filtrar y monitorear viajeros que no han cometido ningún delito”, añadió.

Algunos agentes aéreos que hablaron con The Boston Globe de forma anónima expresaron su desacuerdo con el programa, por el alto costo que supone y por el hecho de que destina recursos a unas tareas que, en su opinión, no son vitales.


Qué es la TSA

La TSA se fundó en 2001, poco después de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York, Washington DC y Pensilvania que causaron cerca de 3.000 muertos.

La agencia está bajo competencia del Departamento de Seguridad Nacional y su misión es proteger los sistemas de transporte de Estados Unidos “para evitar ataques similares en el futuro”.

Este año, la TSA estableció un record de monitoreo al escanear a 72 millones de pasajeros entre el 15 de marzo y el 15 de abril.

El Servicio Federal de Agentes Aéreos, que pertenece a la TSA, tiene la tarea de “detectar, disuadir y derrotar ataques terroristas”.

La TSA ha recibido numerosas quejas por registros inadecuados e intrusivos.

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