La política de austeridad, la desaceleración económica nacional y el Programa Zona Libre de la Frontera Norte del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador fueron los principales factores que provocaron que la región fronteriza del país registrara durante la primera mitad del 2019 el mayor aumento anual de la población ocupada que gana hasta 1 salario mínimo, así como la disminución más pronunciada en el rubro de más de 5 salarios mínimos.
Lo anterior simboliza que más personas perciben una baja remuneración por su fuerza de trabajo y un menor número de habitantes ingresa una alta cantidad de dinero, respectivamente, es decir, decrece la calidad de vida.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, al cierre del primer semestre del año en curso, el nivel de ingresos de hasta un salario mínimo de la frontera norte de México llegó a 17.7% de su población ocupada, frente a un porcentaje de 9.6% en igual periodo del 2018, un incremento de 8.1 puntos porcentuales, lo que significó el mayor ascenso en todo el territorio nacional.
En términos absolutos, se traduce que la población ocupada que percibe dicha remuneración monetaria pasó de 980,320 a 1.82 millones de personas, un crecimiento de 85.2%, también el más elevado.
Asimismo, la disminución más pronunciada en el rubro de más de 5 salarios mínimos perteneció de igual manera a la frontera norte; a la primera mitad del año pasado, 6.6% de los ocupados ingresaba dicho umbral, mientras en el mismo lapso del 2018 llegó a 4.8% —descenso de 1.8 puntos porcentuales—; por habitante, la cifra transitó de 676,357 a 493,004 personas (caída de 27.1 por ciento).
A pesar de esto, la franja fronteriza es la región de México que concentra el mayor porcentaje de los ocupados que ingresan más de 5 salarios mínimos (4.8% del total), debido a que, según voces locales, las maquilas dan mejores ingresos en relación a otros sectores económicos; uno de los problemas es la rotación laboral.
La frontera norte se integra por Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Baja California, Sonora y Coahuila; el Programa Zona Libre empezó su aplicación desde el pasado 1 de enero en los 43 municipios fronterizos con Estados Unidos y pertenecientes a las entidades citadas, en las cuales se ofrece la reducción del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a 8 % y del Impuesto sobre la Renta (ISR) a 20%, el incremento del salario mínimo al doble y la homologación del precio de los combustibles con los de Estados Unidos.
En este sentido, el salario mínimo vigente a partir del primer día del 2019 es de 102.68 pesos general (3,080.4 mensual) y 176.72 pesos en la zona libre (5,301.6).
A nivel nacional, la situación de los ingresos marcó un escenario de debilidad. A junio del 2018, 16.2% de los ocupados ganaba hasta 1 salario mínimo; un año después, ascendió a 19.8%, aumento de 3.6 puntos porcentuales. En otras palabras, actualmente hay 10.9 millones de personas en este rubro (variación anual de 25.1 por ciento).
De los ocupados en México que reciben más de 5 salarios mínimos (mayor a 15,402.0 pesos cada mes), el porcentaje pasó de 4.5 a 3.3% en el periodo de análisis; hay 1.8 millones de personas en este umbral (contracción anual de 24.3 por ciento).
Mención especial merece el sur-sureste, prioridad para la actual administración federal, ya que de los tres grandes proyectos regionales del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, dos le pertenecen a esta demarcación: Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec y Tren Maya (el tercero es el programa de la zona libre). Además, se suma el Pacto Oaxaca, formado recientemente, mediante el cual se busca un intercambio de mejorar las prácticas del desarrollo industrial, económico, de infraestructura, social, rural y urbano en la región.
Así, el sur-sureste mostró el segundo incremento más alto en ingresos de hasta 1 salario mínimo, detrás de la frontera norte, de 26.2% de sus ocupados al primer semestre del 2018 a 29.9% en el mismo lapso del 2019 (alza de 3.7 puntos porcentuales); con este porcentaje se coloca como la región de México que tiene a la mayor parte de sus habitantes con una baja remuneración. Además, tiene la menor relación en más de 5 salarios mínimos (apenas 2.3 por ciento).
Plazas competidas
Héctor Magaña Rodríguez, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, indicó que tanto en la frontera norte como a nivel nacional, se redujo el número de personas que ganan más de 5 salarios mínimos y aumentó la cantidad de trabajadores que perciben hasta 1 salario mínimo, como consecuencia del estancamiento económico que vive el país.
“Esto se traduce en una menor generación de empleos y provoca que las fuentes de trabajo tiendan a ser más competidas, precarizando los niveles de ingresos, es decir, si antes una persona realizaba un trabajo recibiendo una compensación elevada, al existir más competidores puede surgir una persona que decida hacer el mismo trabajo por una remuneración menor”, señaló.
“Las actividades secundarias han sido las más afectadas, situación bastante complicada, ya que tradicionalmente el mayor número de empleos proviene de la construcción y las manufacturas, que por lo general son las principales fuentes de trabajo bien remunerado”, explicó.
Magaña Rodríguez añadió que la diferencia entre el salario mínimo de la zona libre y el resto del país beneficia en el poder adquisitivo de la frontera norte, aunque, detalló, que falta observar el comportamiento inflacionario en la franja fronteriza; “si la inflación resulta más elevada, el beneficio quedaría diluido”.
Sin embargo, reconoció que actualmente la diferencia salarial “no aportó una mejora importante, debido a que en la región norte, a excepción de Nuevo León, no se plasmó un mayor número de trabajadores que perciben más de 5 salarios mínimos”.
El director del CIEN agregó que esta tendencia “proviene desde finales del 2010; la falta de inversión pública y privada y la ausencia en la generación de plazas laborales de calidad son otros factores de gran peso”.
En este contexto, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional creció 0.3% a tasa anual desestacionalizada en el primer semestre del 2018, el peor resultado desde el 2009, año de la crisis económica y financiera.
Sin reflejo
Eufemia Basilio Morales, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que si bien establecer condiciones en la frontera norte como reducción del ISR e IVA, homologación de precios de gasolina y el incremento del salario mínimo al doble tendrán un impacto multiplicador en las actividades productivas, beneficiando a la ciudadanía, aún no se refleja en la población ocupada que percibe más de 5 salarios mínimos.
Expuso que el aumento en el rubro de hasta 1 salario mínimo y la caída en más de 5 salarios, tanto en la frontera norte como en todo México, se debe “a las políticas de austeridad, disminución de altos salarios y despido de trabajadores; empeora la situación, ya que, a pesar del incremento del salario mínimo, todavía es muy bajo para las personas de menores ingresos, afectando el consumo”.
“Ha habido despilfarro en el sector público, así como sueldos onerosos que se deben recortar, aunque no es así en todos los casos, como los salarios de los profesionales. Deben generarse condiciones laborales adecuadas, con sueldos acorde a las capacidades y productividad de cada persona, para incentivar el mercado interno”, aseguró.
Sobre el rezago del sur-sureste, la investigadora de la UNAM aseveró que es demasiado pronto para observar los beneficios de los proyectos federales, “ya que la región por muchas décadas ha vivido condiciones de atraso económico que son difíciles de eliminar en el corto plazo, pero es urgente hacerlo”.
A detalle
Por entidad, a junio de este año, Tamaulipas, Baja California, Chihuahua y Sonora fueron los estados que presentaron los mayores incrementos anuales, en puntos porcentuales, de sus ocupados que ganan hasta 1 salario mínimo, aunque Chiapas es la entidad con el mayor porcentaje en esta situación (45.8% de su población ocupada).
Mientras Baja California Sur fue uno de los estados con la disminución más pronunciada de los ocupados que perciben más de 5 salarios mínimos, aunque sigue siento la entidad con el mayor porcentaje, ya que 10.5% de sus ocupados se ubica en dicho rubro, producto del boom turístico que ha impactado en diferentes sectores económicos, particularmente la construcción. Este territorio fue el que obtuvo el mayor incremento nacional de su PIB en el sexenio federal anterior, pero que resiente actualmente la desaceleración económica de México.