Los grupos extremistas dirigidos y pagados por Irán, diseñados para rodear a Israel y que fueron extraordinariamente bien entrenados en dos áreas: el fanatismo y la capacidad bélica, planearon un ataque simultáneo a Israel desde todos los puntos cardinales.
Para que el ataque tuviera un gran efecto destructor, debía ser simultáneo, pero, por alguna razón, Hamás, desde Gaza, lo adelantó al 7 de octubre y aunque causó enorme dolor a Israel, sobre todo por haber tomado de rehenes a civiles, mujeres, hombres, niños y ancianos, solo no podía derribar al estado judío.
En el norte, Hezbolá, que tuvo una participación poderosa en el gobierno del decadente Líbano (otrora un bello país pacífico), disparó proyectiles almacenados por años sobre Israel y fueron derrotados en una serie de ataques estratégicos de parte del Mossad (servicio secreto) y del ejército y aviación de Israel, hasta lograr un cese del fuego. Por el sur, los hutíes, desde Yemen, también lanzaron proyectiles sobre el pequeño estado judío y fueron duramente castigados con bombardeos que lastimaron gravemente su paupérrima economía petrolera. En el noreste, grupúsculos aliados de Irán lanzaron proyectiles constantemente sobre el estado de Israel, así mismo, en el este, Irak que nunca se repondrá del ataque de Estados Unidos sobre Sadam Hussein y la Guerra del Golfo, vive la calamidad de grupos paramilitares de un símbolo y otro, que no permite gobernar al país y auspician infiltraciones constantes. Irán en el este, lanzó dos veces grupos de proyectiles sobre Israel que recibieron cabal respuesta con un ataque moderado de la aviación israelí sobre las instalaciones atómicas.
Obviamente, si todos hubieran coordinado sus ataques, muy probablemente hubieran derrumbado el estado judío o lo hubieran lastimado enormemente. No ocurrió así.
Los hechos, le permitieron a Israel, limpiar buena parte de Hamás en Gaza, prácticamente todo el liderazgo de Hezbolá en Líbano, los enclaves en Irán e Irak, y dar dos fuertes golpes en los territorios de Yemen y de Irán. Otros países árabes han hecho la paz con Israel. Pronto Arabia Saudita y la presencia de Trump en la presidencia de Estados Unidos, marcarán rumbo de decisiones drásticas en pro de la paz.
Pero de pronto aparece un ejército, probablemente propiciado por Turquía con resabios de Isis en el norte de Siria con intenciones de derrotar a Bashar Haféz al-Ásad
Israel por su lado, sufre el desgaste de la guerra; de las batallas externas y las batallas de política interna, sin embargo, se mantiene fuerte y hábil en todos los campos, con una reacción interesante del judaísmo mundial que daba por hecho que el antisemitismo, después de Hitler, nunca surgiría con fuerza de nuevo y hoy, se muestra rampante, haciendo que los judíos fueran conscientes de su debilidad y necesidad de unidad, lo que hoy redunda en una vigorosa respuesta al antisemitismo.
Esperamos que el medio oriente se convierta en una zona de paz, productividad y trabajo. Im shalá, ojalá que haya shalom, paz, sadam y prosperidad para los pueblos de la región.