Conflictos, problemas, hasta accidentes, podrían evitarse entendiendo el concepto de perspectiva. Si uno es capaz de ver las cosas desde otro ángulo, surge una nueva forma de la realidad. Es como si pudiéramos crear un observador ajeno a nosotros para que vea con «otros ojos» y luego se forme un criterio. Aparece entonces una aparente contradicción, esa otra mirada ya no es la propia, pero sigue siendo nuestra.
La perspectiva está condicionada por temas externos (como la escala) e internos (como la ideología o nuestro código cultural). De haber clases de perspectiva, aprenderíamos a tener la sensibilidad para mirar con otros ojos. Esto disminuiría la polarización y el enfrentamiento, especialmente en un año electoral e intenso, como el 2024.
En su sátira filosófica de 1752 «Micromegas», Voltaire narra el viaje interplanetario de dos gigantes, uno, Micromegas, tan largo como más de 33 kilómetros de altura y 120,000 años de edad, que viene de un planeta de escala (talla y tiempo) distinta a los humanos. Cuando llega a la Tierra, su tamaño hace muy complicado captar lo que ahí sucede. Camina por los océanos que le llegan, algunos, a las rodillas. Ve unas criaturas pequeñísimas que coloca en su uña para observarlas mejor: ballenas. Los seres humanos son para él, tan, pero tan pequeños, como microbios imperceptibles. Cuando logra verlos con un lente de aumento se pregunta si tendrán alma, o inteligencia; se sorprende de que puedan hablar y razonar. Por su parte, los terrícolas, incapaces de captar el tamaño de Micromegas en la cercanía, escuchan una potente voz como si les hablara el cielo. Se trata de dos perspectivas, dos realidades, que juzgan en función de su punto de vista, escala e ideología (es decir prejuicios).
El fanatismo es enemigo de la diversidad de perspectiva (ergo, de la democracia). Si de entrada descalifico una obra porque «la hizo un impresentable» o la justifico porque «atenta contra los intereses conservadores», me va a costar cambiar de perspectiva. La opinión objetiva es aquella que puede transitar entre los extremos y es capaz de ver pros y contras, matices, no sólo blancos o negros.
Cambiar de perspectiva no es señal de debilidad sino de inteligencia.
@eduardo_caccia