En un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se devela que la tasa de desempleo del país se mantuvo sin cambio respecto al mes de octubre, pero a su vez, se dió un aumento en la tasa de informalidad en el tercer trimestre del año 2023. Estos datos son transmitidos por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) y nos brindan un panorama del empleo en México.
La informalidad laboral no es algo propio y solo de México, si no, algo que está sucediendo en toda América latina. Según la Organización Internacional del Trabajo, la mitad de los trabajadores latinoamericanos son informales, es decir, una de cada dos personas ocupadas en Latinoamérica está en situación de informalidad, algo que se va agudizando en algunos territorios.
Pero, específicamente, ¿de qué se habla cuando nombramos el empleo informal?. Este tipo de contratación es también un trabajo remunerado, pero con la especificación de que la persona no está registrada, por lo cual no hay regulación ni protección por un marco legal. Este tipo de trabajadores no cuentan con contratos de empleo seguros, protección social, ni recibo de sueldo, lo cual repercute en diferentes acciones como en la posibilidad de solicitar un préstamo personal, incluso conseguir préstamos en línea, ya que uno de los requisitos que solicitan, es el poseer montos mínimos de ingreso, lo que en la informalidad no es posible de demostrar. Incluso el hecho de no estar bancarizados, solo llevan a los mexicanos a contar con posibilidades en prestamistas usureras.
Así mismo, aunque la informalidad no siempre se asocia con empleos de bajos salarios, sí está fuertemente ligada a la vulnerabilidad ya que hay mayor desprotección frente a despidos, enfermedades o la inflación, afectando a seis de cada 10 trabajadores en el país.
Esto también acarrea problemáticas en la economía de cada país, ya que implica una disminución en la productividad, limitando la expansión de diferentes empresas. Se suma a esto la competencia injusta, ya que quienes operan en el sector formal afrontan costos salariales más elevados.
En lo que respecta al penúltimo mes del año, se cuenta con una tasa de informalidad del 54.7%, lo cual significa que en total, en el país se registran 31.8 millones de personas de la población ocupada que se encuentran dentro de la informalidad laboral. Aunque esta cifra reflejó un aumento del 0.2% en comparación con el mismo período de 2022, se situó por debajo de la cifra de octubre de 2023, cuando los trabajadores informales sumaban 32.9 millones.
Al mismo tiempo, en lo que respecta a la tasa de desempleo, se visualizó una constante en noviembre de 2023, ubicándose en el 2.7% de la población económicamente activa. Pero si refleja una reducción en relación al año anterior, con una disminución total de 1.6 millones de personas desocupadas.
Según lo registrado y evidenciado por el Inegi, el panorama global del empleo en el país, muestra que la población económicamente activa, en el undécimo mes del año, alcanzó los 59.8 millones de personas de 15 años y más. Esto representó una tasa de participación del 61%, siendo una población activa superior en 827 mil individuos a la del mismo período de 2022. Sin embargo, se observa un decremento respecto a octubre de 2023, cuando la población económicamente activa se situó en 61.1 millones.
De esta población, 58.2 millones estuvieron ocupados en noviembre, con un incremento de 911 mil personas en comparación con el mismo período del año anterior. Aunque se evidenció un aumento, se ubicó por debajo de los 59.4 millones de octubre. Es de mucha preocupación también la cantidad de personales subocupadas que se registran en el país, es decir, quienes manifestaron tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, ascendieron a 4.8 millones, representando el 8.2% de la población ocupada. Este dato mostró un incremento respecto al mes anterior, cuando la cifra se ubicó en 7.9%.
Al analizar la población ocupada por sector de actividad, se destaca que el 43.9% se dedicó al sector de servicios, seguido por el comercio con el 19.7% y la industria manufacturera con el 16.9%.
En términos de sexo, la población económicamente activa femenina en noviembre fue de 24.6 millones, de las cuales 23.9 millones estuvieron ocupadas y 674,291 se encuentran desempleadas. Las mujeres presentaron una tasa de participación económica del 47.3%. Por su parte, la PEA masculina fue de 36.2 millones, con 35.1 millones ocupados y 947,647 desempleados, representando una tasa de participación económica del 76.4% en los hombres con edad para trabajar.
De estas características que se van nombrando, se pueden detectar algunas que son determinantes en la informalidad laboral, como el sexo y la edad de los empleados, ya que, mientras más jóvenes son los solicitantes, más probabilidades de encontrar empleos informales tienen.
La situación de la informalidad llega a preocupar en México y en el resto de Latinoamérica, ya que deja a los trabajadores desprovistos de diferentes derechos, aun asumiendo las responsabilidades de todo trabajador.
Es algo que sería de suma importancia que se encuentre en agenda política para encontrar estrategias que colaboren con la mejora del mismo, incentivando a las empresas de diferentes formas para que puedan cumplir con su parte de esta situación.