Las obras clásicas son un emblema del arte, permanecen a lo largo de los siglos, a través de su permanencia nos trasmiten lecciones, moralejas y leyendas que trascienden a los propios autores. En algún momento, creadores contemporáneos se aventuran a reinterpretar estas obras para dar un nuevo aire, una visión distinta y con un sello cultural de la región que los contiene. Tal es el caso de LAK, un replanteamiento del Lago de los Cisnes que la compañía de Danza Lux Boreal llevó al escenario del Centro Cultural Tijuana el pasado miércoles 18 de octubre.
La batalla entre la luz y la oscuridad se hizo presente desde la segunda llamada, una atmósfera de naturaleza en pausa inundaba todo el espacio y que poco a poco fue guiando al público de la mano por caminos boscosos en una singular aventura, una historia contemporánea de amor. El movimiento de los cuerpos nos narró de forma gradual y creciente los motivos de cada uno de los personajes, sus claroscuros, sus filias, fobias y contradicciones para finalmente llegar al punto climático donde los cuerpos no pueden mentir.
Bellas imágenes que reflejaban el dolor, la felicidad, la angustia, la lucha de poderes y el amor, los intérpretes: Ángel Arámbula, Ilse Meza, Raúl Osuna, Gabriela Amaro y Emiliano Castro inmersos en la escenografía de Harold García Sandoval, con la coordinación técnica de Jaquelyn Rodríguez, dirección coreográfica de Henry Torres Blanco y el diseño de vestuario por Fernando Gallaga dieron vida a cada instante de la historia narrada con el cuerpo que mantuvo al público asistente desde el primer momento hasta el telón final al borde del asiento.
Esta producción se realiza en colaboración con el Centro Cultural Tijuana y cuenta con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC). Para conocer más sobre el espectáculo, Lux Boreal y sus actividades visita: www.luxboreal.org