El municipio de Tecate es uno de los destinos más cálidos de Baja California, una región de buen clima estilo mediterráneo, poco bullicio, hermosos atardeceres, ideal para una pausa y retomar la armonía de cuerpo y mente en uno de sus ranchos, espacios campestres con todas las comodidades necesarias para olvidarte del estrés. Por ello, tres lugares poco conocidos pero que seguro te encantarán son:
Ubicado a 20 kilómetros al este de Tecate, un paraíso de campo ondulado salpicado de grandes robles esconde al campamento Rancho Ojai, un lugar familiar dedicado al descanso y a la convivencia con el entorno natural.
Un ambiente campirano estilo vaquero, cobijará toda tu tensión en un espacio con área de acampar al aire libre, cabañas de dos a diez personas y estacionamiento para casas móviles – una increíble tendencia que se vive en los últimos años en la frontera –. También cuenta con área deportiva con cuatro canchas de voleibol en arena, dos de fútbol soccer, cancha de usos múltiples (básquetbol, fútbol rápido y voleibol), área de juegos infantiles, alberca, spa, zona de picnic, circuito de minigolf para todas las edades y granja con corrales de ovejas, cabras, caballos y burros que puedes alimentar y acariciar; así como renta de bicicletas. En temporada de invierno en algunas ocasiones puedes observar la caída de nieve en sus tierras.
Desde 1833, este terreno inició como un paraíso del buen vino, creado por Juan Bandini y Alberto Tena Bonilla, dos visionarios que notaron las cualidades en este terruño para iniciar a producir el mejor vino. Años más tarde, este espacio se transformó para ser un desarrollo de rancho con alojamiento de áreas residenciales rodeadas de encinos y arquitectura de piedra, madera y tejas sofisticada de campo, además de Hotel Boutique de 12 habitaciones, 3 villas estilo folclor mexicano contemporáneo.
Este lugar es apto para todo visitante que busque alejarse del ajetreo y que además quiera consentir a los sentidos con vistas decoradas de lagos y áreas verdes recreativas, cascada, veredas naturales, circuito de hiking y de ciclismo, zonas de camping para observar cuerpos celestes; y por su puesto recorridos en viñedos donde podrás ver huellas de historia de este lugar con barricas, alambiques y viñas de los inicios de vida de este proyecto.
El tranquilo estilo rural le sentará bien a toda tu mente y una gran opción es Rancho los Chabacanos, un paraíso de siete hectáreas de campos verdes, encinos de más de cien años, árboles de chabacanos, huerto orgánico y hacienda decorada de manera tradicional colonial en donde puedes soñar en un estudio para parejas, casitas con chimenea o habitaciones con decoración rústica. La magia de este hermoso punto radica en que su entorno natural es majestuoso con aire totalmente limpio, hamacas en sus jardines y noches de estrellas profundas, sin contaminación lumínica o de sonido de ciudad. También puedes encontrarte con alberca, lago para paseo en kayaks, fogatas nocturnas y alternativas wellness para gozar de barroterapia o masaje sueco que regresarán el equilibrio de tu cuerpo y espíritu.
Tecate es sede de por lo menos 50 ranchos y balnearios con alojamientos increíbles, experiencias místicas de acercamiento a pueblos originarios, spas y paisajes de ensueño de cielos rosados y montañas rocosas pero también es un destino que concentra el único pueblo mágico de la frontera y una de las entradas de la Ruta del vino.