Este será el primero de una serie de artículos donde ahondare en el mundo de la psicología con el fin de entender y ayudar al lector en distantes áreas emocionales de su vida.
Esta pandemia como cada uno lo ha vivido y tal vez sufrido ha cambiado nuestra vida no solamente a nivel de los cambios de forma de vida, pero también en cómo nos enfrentamos al diario quehacer.
El primer impacto fue de una nueva realidad que la humanidad no había enfrentado por más de 100 años, por lo que la mayoría de la población nunca tuvo un enemigo invisible que confrontaba la propia existencia del ser. Algunos reaccionaron con incredibilidad y otros con temor. En algunos países como Estados Unidos se politizo la manera que había que enfrentar a este nuevo enemigo del ser humano.
Con respecto a la sensación de cómo nos afectaría, este virus ataco en la mayoría de los seres humanos en la segunda área de lo que Abraham Maslow clasifico en su pirámide de las necesidades que es la de la seguridad, y en muchos creando una fuerte incertidumbre de su propia vida.
Cuando este virus comenzó a llegar a este continente impactando a una parte de la sociedad, es cuando el concepto de pandemia que por definición es que extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de varias regiones, se vuelve el enemigo invisible y con poder y sin en ese momento “armas” o soluciones para enfrentarlo.
Con el avanzar del tiempo y del impacto del COVID, la ansiedad y la depresión fueron ganando terreno en la vida de la mayoría de los seres humanos, porque la incertidumbre fue haciéndose más fuerte y en algunos casos a nivel personal ya comenzábamos a escuchar de personas que habían sido impactadas. Lo que ponía más en riesgo a la vida del propio ser y su familia, además de tener que cambiar el estilo de vida resguardándose de las calles, trabajos, escuelas, tiendas, deportivo, vida social, familiar y otras áreas.
La mayoría de los pacientes que comencé a ver en esos tiempos venían con una fuerte dosis de ansiedad por las incertidumbres de su vida, o con depresión por la pérdida de alguno o varios de sus seres queridos.
Por otro lado, esta nueva realidad va impactando de distintas maneras en la concepción de la vida y las prioridades que en este momento me enfrento, cambiando en muchos casos mis propios valores ante este mundo y escenario distinto.
La ansiedad al alterar nuestro sistema nervioso y otras áreas va impactando no solamente en la parte emocional o psicológica sino en la salud de los seres humanos y comenzamos a escuchar de personas jóvenes que tienen dificultades de salud y algunos falleciendo en una edad menor de la esperada.
La adaptación a las nuevas realidades y la posibilidad de entender las necesidades ante estos retos son parte importante de cómo enfrentar a esta pandemia. Por suerte ya tenemos a la ciencia actuando por más de 11 meses con las vacunas y con otros métodos para enfrentar a este enemigo silencioso e invisible.
A nivel personal, tenemos algunas herramientas para aplicar, lo primero es poder bajar nuestras tensione, con respiraciones profundas, meditación, mindfulness, caminando y ejercicio en general que nuestro cuerpo este preparado para hacer.
Les incluiré un estudio hecho por una nueva corriente de psicología llamada terapia del cerebro. Se llama así porque usan tecnología avanzada como tomografías y otros métodos para ver cómo reacciona nuestro cerebro a distintas realidades.
En ingles conformaron un acrónimo que se llama SEEDS, o semilla en español. La S significa soporte social, o en otras palabras quien está en mi primer círculo de mi vida y como me siento con cada uno de estas personas. ¿Quisiera hacer un cambio a este círculo? acercarme más a personas queridas?, o ¿volver a traer a este círculo personas que hayan sido importantes? La E es de ejercicio, cuando movemos nuestros cuerpos creamos endorfinas que relajan nuestro cerebro y físico. La necesidad del ejercicio no viene de la creación de los deportivos o gimnasios, esta viene de nuestros ancestros que vivían en cuevas y que, para sobrevivir, tomar agua, arrancar una fruta o huir de un animal tenían que caminar o correr de 5 a 8 kilómetros en promedio. Con la revolución industrial el estilo de vida cambio
La segunda letra E representa la educación, pero no está basado en títulos o lo estudiado, es auto educación o en palabras sencillas ¿qué necesito en esta etapa de mi vida? Muchas veces nuestra vida lo tomamos como si estuviéramos en un tren y vamos constantemente en un camino, pero es importante de vez en cuando bajarnos del tren y preguntarme, ¿en que etapa estoy en mi vida?, ¿cuáles son mis necesidades actuales? Háganse la pregunta, si sus necesidades actuales son las mismas que tenían hace una década.
La letra D, se refiere a la dieta. ¿Estoy comiendo en general lo que mi cuerpo necesita? Y si no, que puedo modificar para darle lo que necesita.
Y la última S (sleeping) es dormir o ¿cómo estoy durmiendo? ¿Me despierto con energía en la mañana? Hace 4 décadas atrás se pensaba que el dormir no tenía demasiado efecto en el ser, uno se dormía y nada muy importante pasaba. Ahora sabemos que el dormir es tan importante como el ejercicio o el comer bien. Tenemos ciclos de alrededor de 90 minutos y en estos ciclos es importante tener un porcentaje de sueño profundo y REM. En el primero cambiamos a olas delta y se limpia las toxinas y el hipocampo hace un fuerte trabajo donde manda a la memoria larga la información importante que aprendí, si no tengo sueño profundo mucho de esa información se puede perder. En la etapa de REM, es donde 80% de los sueños vividos suceden, y esto nos sirve como descompresión y equilibrio entre nuestro consciente, inconsciente y subconsciente.
Mi sugerencia es que revisen estas 5 áreas y decidan si quieren o necesitan hacer un cambio en uno o varias áreas de este acrónimo.
Cuídense y estaré comunicándome en unas semanas de nuevo con ustedes.