Desde hace más de un año los profesores se vieron obligados a sustituir las clases presenciales por virtuales. Si bien la docencia ya era una las profesiones con mayor riesgo de padecer estrés y desgaste profesional, la situación actual ha amplificado estos problemas de salud que, de no ser controlados adecuadamente, pueden ocasionar síntomas que afectan la calidad de vida y dificultan su desarrollo laboral.
De acuerdo con la Universidad Autónoma de Tamaulipas, entre los factores que han detonado estrés en los profesores durante la pandemia son, principalmente, la modificación y adaptación de las actividades al plano virtual para ofrecer a sus alumnos un aprendizaje adecuado; así como el uso de nuevas herramientas de trabajo con las cuales no se encontraban familiarizados y que han causado jornadas de trabajo extenuantes.
Este proceso de adaptación ha sido una tarea agotadora que ha provocado estrés laboral, el cual afecta gravemente la salud física y mental de los maestros agravando considerablemente su calidad de vida.
Aunque no existen datos oficiales sobre los niveles de estrés en los docentes mexicanos, no es sorpresa que éste haya incrementado significativamente a partir de la aparición de la pandemia, principalmente en aquellos de educación básica, debido a que los grupos son numerosos y a que la presión por cumplir con el programa es constante.
En este sentido y de acuerdo con un estudio entre docentes de educación primaria en el estado de Durango, encontró que antes de la contingencia, entre los principales síntomas de estrés que padecían los profesores eran dolor de cabeza o migraña, trastornos del sueño y fatiga.
El estrés, la ansiedad, las alteraciones del sueño, así como patrones irregulares en la nutrición e hidratación son factores desencadenantes de la cefalea tensional.
Sin embargo, dicho estudio arrojó que las estrategias para solucionar o aliviar estos malestares no fueron contundentes, pues se encontró que sólo “tratan de darse ánimos y controlarse”.
Esto es común entre los pacientes que presentan cefalea tensional, ya que suelen asumirlo como algo “normal” en su día a día. Cabe mencionar que, el dolor de cabeza por estrés se caracteriza por una opresión que se asemeja a tener un casco o cinta apretada alrededor del cuero cabelludo, además, se puede presentar hipersensibilidad a la luz o a los ruidos y este malestar aparece frecuentemente en las tardes.
Por ende, es importante señalar que tanto el estrés como sus síntomas deben ser tratados por los docentes para evitar que repercuta en su calidad de vida, pues en el caso de los dolores de cabeza causados por tensión o cefaleas tensionales, afectan y disminuyen la capacidad de trabajo, generando ausentismo laboral.
Por ello, es importante buscar una alternativa eficaz que ayude a aliviar y continuar con las actividades; una opción son los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) de venta sin receta, como Aspirina Advanced, cuya tecnología de partículas microactivas se desintegran y actúan más rápido.
Otros consejos para ayudar a los profesores a controlar sus niveles de estrés y cansancio son:
- Toma descansos: Levántate del asiento cada hora o cada dos para tomar recesos de 10 minutos y aprovechar este tiempo para estirarte, tomar agua y caminar. Esto ayudará a que el cuerpo se relaje, para después concentrarte nuevamente y trabajar de mejor forma durante tu jornada laboral.
- Utiliza lentes con filtro de luz azul: Aunque las pantallas de las computadoras y aparatos electrónicos pueden parecer inofensivos, la luz que emiten tienen una gran cantidad de luz azul, llamada así por la tonalidad fría que irradia, que al estar expuesto a ella por mucho tiempo llega a ser peligroso para los ojos porque puede dañar los fotorreceptores y las células de la retina. Además, estar largas jornadas frente a la computadora también puede ser un factor que detone dolores de cabeza y ojos secos. Por ello, es recomendable usar lentes con filtro azul, que ayudarán a proteger los ojos de la luz que emiten las pantallas.
- Dale dirección a tu mente: Establecer límites sanos durante la jornada laboral y planear una rutina de trabajo, con metas y objetivos reales, ayudará a cumplir con las actividades diarias sin tener que elevar más el estrés.
Aunque, tras un año de trabajar bajo la modalidad online, los profesores tienen más experiencia en el tema y el proceso enseñanza-aprendizaje, es importante que identifiquen los síntomas de estrés e implementen medidas preventivas para minimizar sus riesgos, ya que hoy, más que nunca, es importante contar con un estado de salud óptimo.