Los empresarios mexicanos buscan aprovechar el espectacular crecimiento del comercio bilateral con Rusia a través de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República de México (ANIERM), que estrenó 2018 con la apertura de una oficina en Moscú.
El comercio entre los dos países pasa por un momento dulce, con un crecimiento superior al 30 por ciento en 2017 en comparación con el año anterior, explicó hoy a Efe Armando Oliver, delegado de la ANIERM en Moscú.
«El volumen de intercambio comercial fue ligeramente superior a los 2.000 millones de dólares el año pasado y, aunque es una cifra menor en comparación con nuestro comercio con países como Estados Unidos y Canadá, el incremento en comparación con 2016 ha sido del 35 por ciento», precisó Oliver.
Una de las razones que explican el buen momento de las relaciones comerciales ruso-mexicanas está en la recuperación de la economía rusa, que en 2017 ha vuelto a crecer tras varios años de profunda recesión, provocada por el desplome del rublo y de los precios del petróleo.
En los últimos meses el crudo se ha recuperado hasta los 70 dólares por barril el Brent, mientras que el rublo se ha consolidado, lo que ha vuelto a abrir las puertas a las importaciones.
Además, agregó Oliver, «hay un interés por parte del Gobierno federal mexicano de incrementar las relaciones entre ambos países y nosotros, como representantes de la iniciativa privada, siempre estamos dispuestos a trabajar por mejorar el comercio».
La labor que ya ha empezado a desempeñar la ANIERM en Rusia es bidireccional: por un lado, promueve los productos mexicanos en el mercado ruso y, por otro, ayuda a inversores y exportadores rusos a cubrir las necesidades de México.
En esa vertiente, el país norteamericano muestra interés en los sectores rusos de energía y sus derivados, fertilizantes, maquinaria pesada, metales, madera o cereales como el maíz, explicó Oliver.
Mientras, la prioridad de México es impulsar la exportación de alimentos, aprovechando las oportunidades abiertas por el embargo alimentario impuesto por Moscú a los productos perecederos procedentes de la Unión Europea y Estados Unidos, en respuesta a las sanciones de Occidente por el conflicto de Ucrania.
Mermelada, chile, tequila, mezcal, aguacate, cacao, café, miel, salsas picantes, licor de maguey y dulces son algunos de los alimentos que comercializan las empresas mexicanas en este país.
Aunque los alimentos representan menos del 10 por ciento de las exportaciones mexicanos a Rusia, el país tiene especial interés en promover sus frutas y verduras – sobre todo aguacates, cítricos y bayas – y también de sus carnes y productos lácteos.
En la actualidad México trabaja estrechamente con las autoridades rusas para lograr en poco tiempo las certificaciones fitosanitarias necesarias para exportar carnes y lácteos a Rusia.
«Muchas empresas mexicanas están acostumbradas a proveer a EEUU y Canadá, por lo que tienen que cumplir con ciertos estándares de calidad exigentes. Con esta experiencia, podemos entrar sin dificultades en el mercado ruso», señaló Oliver.
Por lo demás, las potentes industrias de piezas de automoción y aeronáutica mexicanas constituyen uno de los principales capítulos en las exportaciones de México a Rusia, recordó Oliver.
La ANIERM es la mayor organización orientada a la exportación de México y agrupa en su seno a unos 100.000 importadores y exportadores.