Desde Mario Delgado, pasando por Gerardo Fernández Noroña y hasta Tatiana Clouthier, la austeridad de la administración de AMLO no pasó por la Cámara de Diputados. Pese al cambio de administración, perdura un opaco “apoyo” económico para los diputados, libre de fiscalización, lejos de la rendición de cuentas.
Mes con mes, a cada uno de los 500 diputados se le entregan 45 mil 786 pesos, lo mismo que ganarían 10 mexicanos que perciben el salario mínimo.
Este “apoyo económico” para los legisladores se llama “asistencia legislativa” y, según informó la Cámara de Diputados en respuestas a solicitudes de información, el recurso asignado a los 500 diputados mensualmente no requiere ser comprobado por medio de facturas o tickets, sino que sólo deben presentar un informe en el que el legislador señala en qué usó el recurso “bajo protesta de decir verdad”.
El dinero se les deposita directamente a sus cuentas bancarias, puntualmente mes con mes, y el área administrativa de San Lázaro pone un voto ciego de confianza en el uso del dinero. Año con año suma una bolsa de 274 millones de pesos, el equivalente a la compra de 1 millón 300 mil vacunas anti-Covid (considerando un precio de 10 dólares por dosis).
Así, legisladores como Delgado, Fernández Noroña y Clouthier, han usado estos recursos en eventos que difunden el mensaje de la autonombrada “Cuarta Transformación”, cedido dinero sin comprobantes de por medio a personas físicas, pagado consultorías, asesorías y eventos, además de comprar estantes y espejos, de acuerdo con información obtenida vía transparencia.
En algunos casos, pese a que hay un informe de gastos, es escueto e imposibilita conocer en qué actividades se utilizó el dinero.
Este recurso forma parte de las partidas presupuestales que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha denunciado desde hace al menos siete años que coadyuvan a que el Poder Legislativo sea uno de los más opacos de la administración pública.
ASF señala opacidad y no cambia nada
Al menos desde 2013, la ASF ha señalado la opacidad que permea en la Cámara de Diputados. Ha emitido recomendaciones en pro de transparentar el gasto público y ha apuntado que es imposible conocer en qué gastaron gran parte del dinero que recibieron los 500 legisladores.
Apenas en 2020, en un análisis de los primeros meses de la LXIV Legislatura, este organismo detectó que, pese a las recomendaciones y las observaciones históricas que ha hecho en relación al gasto público, la opacidad permea.
Encontraron que en el arranque de la Legislatura, entre septiembre y diciembre de 2018, sólo el 24% de 575 millones 780 mil pesos fue comprobado. Es decir, nadie puede decir qué hicieron los legisladores con 433 millones de pesos que les otorgaron sólo en cinco meses.
La Auditoría encontró que la partida presupuestal 3991, llamada asignaciones para el cumplimiento de la función legislativa, en la que están incluidos –en el apartado 4– los gastos de asistencia legislativa, es de las más cuestionables, así como lo es la partida 4390, denominada “otros subsidios y subvenciones”.
Hace apenas unas semanas, a inicios de año, este organismo reveló los hallazgos de la cuenta pública de 2019 y el resultado fue por el mismo camino: no hay documentación que respalde los gastos que los legisladores, bajo protesta de decir verdad, realizaron con recursos públicos.
La politóloga María del Carmen Nava, fundadora de Visión Legislativa –un centro de investigación sobre transparencia e instituciones legislativas–, explica que todo uso de recursos públicos debe tener un camino de rendición de cuentas: debe ser comprobable en qué se usó.
“Sin información no hay manera de poder combatir corrupción o desvíos de recursos y menos existe la posibilidad, en dado caso, de asignar responsabilidades a las personas servidoras públicas que han cometido una falta”, señala.
El Poder Legislativo es el encargado de definir el presupuesto anual de la Federación, incluyendo el propio, además de las reglas de fiscalización. Sin embargo, pese a los señalamientos de la ASF, han apostado por no mover la forma en la que los legisladores deben comprobar sus gastos.
“El buen juez por su casa empieza, tendría que haber una coherencia entre marcos normativos y el uso de su propia facultad. Pero tenemos una gran ausencia de información”.
Preocupa reelección 2021
La opacidad que rodea al “apoyo” por asistencia legislativa toma relevancia en un año electoral, considerando que esta será la primera elección –además de ser la más grande en la historia del país– en la que se permitirá la reelección de forma constitutiva, con diputados que actualmente ejercen una labor legislativa entrando a un proceso de campaña electoral.
El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) dejó fuera la propuesta de que los interesados se separen de sus cargos con 60 días de anticipación a los comicios. La reelección fue aprobada desde 2014, pero no se habían emitido los lineamientos para llevarla a cabo, por lo que este año será la primera vez que aplique.
De Morena, el partido en el poder que tiene la mayoría en la Cámara baja, el 92% de sus diputados está buscando la reelección.
Si bien el Instituto Nacional Electoral, a cargo de Lorenzo Córdova, detalló que los legisladores no podrán dejar de acudir a las sesiones del órgano legislativo para realizar actos proselitistas ni podrán hacer uso de recursos públicos –humanos, materiales y económicos–, en realidad no hay nada que les impida usar el dinero que mensualmente les deposita la Cámara para este fin.
“Tenemos un déficit de transparencia legislativa”, alerta Nava. La reelección, en teoría –explica la especialista– debería servir para profesionalizar al aparato legislativo, pero debe estar acompañado de cambios que permitan la transparencia en el uso de los recursos. “La Cámara debe prever la apertura de la información”.
Clouthier y sus estantes
En septiembre de 2018, Tatiana Clouthier usó los recursos de asistencia legislativa para pagar a personal de apoyo en oficina y administrativo, apoyar con el pago de un diplomado y asesorías. Para noviembre y diciembre, la entonces diputada reportó, además, la entrega de recursos a nueve personas físicas –algunos de mil 676 pesos, unos cuantos de 3 mil y otro de 6 mil–, sin especificar el motivo de la entrega.
Los gastos variaron al siguiente año, pues mes con mes invirtió los recursos en redes sociales y servicios web, la repartición de 5 mil volantes, rentar un salón para hacer un foro de interacción ciudadana, diseñadores, asesoría de leyes, edición de videos, así como en la compra de estantes y espejos para oficina, la configuración de la chapa de su oficina, café, agua y el pago de apoyos administrativos y servicios de limpieza. En ningún caso hay una factura o ticket que acredite estos gastos.
A partir de junio de 2019, los gastos dejaron de ser detallados y se limitó a informar cuánto había gastado por cada concepto que se enmarca en los Lineamientos para regular la entrega, destino y comprobación de los apoyos económicos a legisladores.
Así comenzó a reportar sólo gastos generales por consultoría y asesoría, por eventos de naturaleza legislativa, por adquisición de libros y material didáctico, estadías y traslados, así como ayuda económica para el personal de apoyo en el distrito o circunscripción.
En 2020, pese a haber dejado la Cámara de Diputados para tomar el cargo de secretaria de Economía el 16 de diciembre, alcanzó a reportar que se gastó el total de los recursos: $22,400 por consultorías, $20,536 en ayudas económicas y $2,849 por eventos de naturaleza legislativa.
Delgado y sus pláticas
Mario Delgado, quien dentro de la Cámara de Diputados fungió como coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), presentó escuetos informes sobre sus gastos por el concepto de “asistencia legislativa”.
Al arranque de la legislatura en 2018 dijo que realizó foros y conversatorios relativos a su función legislativa, imprimió un boletín informativo para detallar sus actividades, organizó debates sobre igualdad de género, pláticas sobre migración, acudió a la Cumbre de Desarrollo Estratégico de Bahía de Banderas 2018.
Para cierre del año dijo que con el dinero había atendido ciudadanos sobre temas de salud, educación y asesoría legal, además de financiar su proyecto “Banco de Alimentos”, donde ofrecía productos de la canasta básica con descuentos de hasta el 70% de descuento a la población de la alcaldía Iztacalco.
Un año más tarde, reportó haber participado en inauguraciones, exposiciones, conversatorios, ferias y seminarios, no detalla si con los recursos de la Cámara financió los eventos o si sólo acudió como participante y, a partir de abril, dejó de incluir su proyecto de Banco de Alimentos en los gastos.
Para junio, al igual que Clouthier, sus informes se volvieron más escuetos, sólo señalando que los 45 mil 786 pesos mensuales los gastó en “eventos de naturaleza legislativa” o –según el mes– en ayudas económicas a personal de apoyo en su distrito. Esta práctica se extendió hasta octubre de 2020, cuando dejó el Palacio Legislativo en pro de asumir la Presidencia de Morena, el partido que fundó AMLO.
Noroña, en favor de la 4T
Los informes de Gerardo Fernández Noroña, coordinador de la bancada del Partido del Trabajo, muestran que los recursos que obtuvo por medio de esta partida se utilizaron en eventos con temas relacionados al cambio de administración y a la autoproclamada “Cuarta Transformación”.
En 2018, por ejemplo, tuvo un evento en Tlalpan, CDMX, llamado “La caída de la mafia del poder”; otro en Santiago Tianguistenco, Estado de México, denominado “La Cuarta Transformación y Ayotzinapa”; uno más en Xalapa, Veracruz, sobre el “perfil de un gobierno transformador”; en Puebla: “La 4ta Transformación y construcción del aeropuerto”.
El coordinador parlamentario del Partido del Trabajo utilizó recursos públicos para promover internacionalmente la imagen del partido del que es aliado, Morena. Entre el 19 y el 21 de octubre de aquel año tuvo un evento con la comunidad mexicana de Dallas y Houston en Estados Unidos del Comité de Morena.
Además visitó al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, en la ciudad de Quito; habló sobre “la importancia de un gobierno municipal ante el gobierno de AMLO” en Torreón, Coahuila; en Iztapalapa, Ciudad de México, acudió a la entrega de apoyos del presidente Andrés Manuel; en Tenango del Valle, Edomex, invitó a la gente a unirse a la 4ta transformación.
Entre septiembre de 2018 y junio de 2019 reportó que usó el dinero en 121 eventos nacionales e internacionales, pero al igual que Delgado y Clouthier, a partir de julio dejó de detallar los gastos, sólo informó que todo lo había usado en “eventos de naturaleza legislativa”.