¿PUEDES RECREAR LOS GOLPES AZAROSOS DE BUENA SUERTE, PARA CONVERTIRLOS EN TU FORMA DE VIVIR?
La buena suerte consiste en encontrar algo que no estaba buscando, un concepto casi ridículo. ¿Cómo se puede encontrar lo que no se sabe que existe? tener una mente alerta con actitud atenta, y disposición para dejarse sorprender, crea nuevas oportunidades y atrae cosas buenas.
Esta manera de ser multiplica las posibilidades para crear condiciones favorables, amistades y/o nuevas opciones. Gracias a que la creatividad y la suerte conspiran para el bien de la persona y lo que para muchos podría considerarse un golpe al azar de suerte, en realidad es un arte que se puede cultivar para generar más de esa buena suerte.
Para algunos es un tema natural y obvio debido a que su naturaleza extrovertida les fomenta el platicar con todo tipo de personas, no se intimidan cuando se exponen ante situaciones nuevas y les gusta explorar. Pero para ciertas personas introvertidas, tímidas o controladoras, esto representa un reto incómodo e indeseado.
El tener buena suerte, aunque pareciera ser es un privilegio selectivo, no lo es. A pesar de que existen condiciones reales que no se eligen, como el quien somos, donde nacimos, que carencias y que privilegios tenemos. Las oportunidades y la posibilidad de salir de nuestro contexto y hacer lo mejor con lo que tenemos… también es nuestro derecho natural.
Hay personas que nunca encuentran nada y lo que les llega no les sirve o no creen que es una oportunidad que ellos puedan aprovechar. Hay otras personas que ocasionalmente encuentran un golpe de suerte por aquí o por allá. Otras personas tienen la mente más abierta y reconocen las oportunidades casi por todas partes y por último, están los súper suertudos que han desarrollado la habilidad de ver y encontrar posibilidades donde nadie las ve.
La maravilla de sentirse una persona con suerte es que entre más suertudo te sientes, más suerte te llega. Porque te expones al máximo y tienes mejor disposición. Cuando sientes que lo que haces te sale bien y ves los resultados, te esmeras por seguir haciendo lo que haces y así los buenos resultados se multiplican.
La persona con suerte está atento a todo lo que sucede, así puede conectar a las personas, trabajos y oportunidades que una persona que está fijada en su angustia o su indiferencia pierde.
Para tener suerte hay que aprender a cultivarla.
Es importante reconocer que las cosas suceden. Pero, uno tiene que preparar la mente para poderlas ver y aprovechar. Cada uno es la persona que crea su propia suerte.
Hay que moverse, caminar, explorar, leer, preguntar, constantemente. Pero más aún cuando uno se siente estancado o siente que las cosas no se dan como uno esperaba o necesita.
La receta
Cultivando el arte de la buena suerte
Ingredientes:
- Atención – estar consciente porque cada persona y detalle es importante
- Mente abierta – despertar los sentidos y estar alerta en todo momento
- Creatividad – tener curiosidad, sin pena de preguntar y buscar más
- Ingenuidad – poderse sorprender de las cosas simples y cotidianas
- Ganas de encontrar algo – buena disposición, alergia y actitud positiva
Afirmación positiva para cultivar la buena suerte
Mi mundo está lleno de oportunidades y de posibilidades. Despierto mi mente y la dirijo a que encuentre los detalles que me pueden servir. Cultivo mi suerte y reconozco que yo soy la persona que puede cambiar, mejorar y multiplicar las oportunidades. Entre más positivo/a estoy, mejores posibilidades tengo para sorprenderme y mejorar mi buena suerte. Vivir me da alegría y cada nuevo día me regala nuevas oportunidades. Vivo con apertura y con generosidad.
Cómo se cultiva la buena suerte:
- Hay que fluir con la vida, estar en movimiento continuo. El moverse es un hábito que multiplica las posibilidades de cualquiera. Uno tiene que caminar, explorar, escuchar nuevas ideas, leer y nunca quedarse detenido en el ayer.
- Acumular nuevas experiencias y conocimiento desarrolla la mente y ayuda a ver nuevas posibilidades. La curiosidad y los intereses son motivadores naturales para salir a buscar lo que no se conoce y encontrar un ángulo que solo uno puede ver y entender.
- Ser generoso facilitando oportunidades para otros, te genera mayores oportunidades para ti mismo. Cuando uno entiende que al ofrecer e incluir a otros en las oportunidades que uno encuentra, vive con abundancia, gusto y trae luz al mundo.
La suerte que se cultiva se multiplica y cuando la compartes el universo te la cuadruplica.
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