El lunes, un personero de Morena se acercó a este diario. Pidió cita, fue atendido y dijo que traía un documento que exhibía un complot en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su intención era que EL UNIVERSAL lo publicara en su edición del martes como una gran nota generada por este diario, y que además —ofrecía generosamente— serviría para que esta casa editorial, que era mencionada en el supuesto plan, pudiera marcar distancia del presunto proyecto desestabilizador. Se le pidieron fuentes y se le dijo que si era una denuncia se le tendría que poner nombre, apellido y rostro. La siguiente noticia sobre el siniestro plan denominado Proyecto BOA (Bloque Opositor Amplio) fue la mañana del martes cuando el Presidente dijo que “el pueblo” le había hecho llegar un plan para debilitarlo, justo el mismo documento que el morenista había entregado un día antes a esta casa editorial. Así que si el Presidente quiere saber quién llevó la BOA a Palacio Nacional, solo tiene que preguntarle a un distinguido morenista, y orgulloso representante de la 4T, quien de paso podría decirle de dónde sacó el misterioso documento y por qué buscó que un medio lo presentara como una investigación propia. Bastaría con que lo invite a desayunar, una vez más, a Palacio para que le cuente. A menos que en la Presidencia ya conozcan bien la historia.

La ministra que genera suspenso

En ascuas, así tiene a muchos la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Margarita Ríos Farjat. A más de una semana de que la Corte recibió la controversia constitucional contra el decreto de militarización de la seguridad pública, doña Margarita no ha dado a conocer si la admitirá o no. La incertidumbre en muchos no es para menos pues en los últimos dos meses la ministra, quien llegó a la Corte a propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha protagonizado los votos decisivos para contradecir las intenciones de la autollamada Cuarta Transformación, por lo que ahora se espera con verdadero interés cuál será el sentido de su decisión.

Un morenista que no es fan de Trump

Al menos un morenista no está apoyando la reelección de Donald Trump. Se trata del diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien fue muy claro en expresar que él ve una esperanza en el Partido Demócrata, de los Estados Unidos, y que él confía en que el demócrata Joe Biden pueda ganar las elecciones de noviembre próximo, en el vecino país del norte. Muñoz Ledo se reunió de manera virtual con asociaciones de migrantes de varios estados en la Unión Americana, para tratar varios temas de la comunidad mexicana en Estados Unidos. Así que Morena puede presumir que al menos uno de sus más valiosos cuadros no simpatiza mucho con la reelección de Trump.

Chascos y chescos

Ayer le comentamos en este espacio que está por venir desde el gobierno federal una campaña en medios contra la comida chatarra y los refrescos. En la industria refresquera tomaron nota y aseguran que los creativos de esta campaña gubernamental sobre nutrición tendrían que considerar que al lanzar una cruzada radical en contra de los refrescos se podrían llevar un gran chasco, pues son productos que están en el gusto popular no sólo por sus sabores, sino también porque hay zonas del país en que es más fácil encontrar refrescos que agua potable. Por lo que consideran que la estrategia será más exitosa si se llama a la moderación y al equilibrio alimenticio, y a dar prioridad a frutas, verduras, alimentos proteínicos y agua potable, y no se sataniza a las golosinas y refrescos. Pronto se verá la campaña.

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