Malas noticias para el Presidente. Se confirma que su popularidad va a la baja. De acuerdo a la serie de encuestas de Buendía&Laredo, en febrero de 2019, el 85 por ciento de los mexicanos aprobaba el trabajo que estaba haciendo Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República. Un año después, en febrero de 2020, dicho indicador se encontraba en 62 por ciento, una caída de 13 puntos porcentuales.
Veamos, ahora, la reprobación. Pasó del nueve por ciento de la población en febrero de 2019 a 28 por ciento en febrero de 2020.
El grupo poblacional donde Andrés Manuel López Obrador ha perdido más popularidad es entre la gente con educación universitaria o más. Del 79 por ciento que aprobaba su trabajo en 2019, pasó a sólo el 43 por ciento, un derrumbe de 36 puntos porcentuales.
Me parece muy interesante este dato. En este espacio he insistido que el Presidente es un genio comunicativo. Tiene una capacidad inigualable de imponer y cambiar los temas de la agenda pública a contentillo. Sabe transformar un evento negativo en uno positivo. Es el rey del manejo de los símbolos de la política. Esto le ha permitido mantenerse popular, a pesar de los malos resultados en materia económica y de seguridad.
Pero la gente con más educación ya no está cayendo en estos juegos de artificio. Ya se están dando cuenta de las cortinas de humo presidenciales para tapar una realidad adversa.
Por tema, la serie de encuestas de Buendía&Laredo es muy impresionante.
A la gente se le pregunta qué es lo mejor que ha hecho hasta ahora Andrés Manuel López Obrador. En febrero de 2019, el 26 por ciento respondió que los apoyos sociales o programas sociales. Un año después, en febrero de 2020, subió al 41 por ciento.
Es el tema que más le reconocen, y de lejos, porque el siguiente es la economía, que es mencionado por el 7 por ciento de la población.
En cuanto a los temas que más le restan al Presidente, está seguridad. En febrero de 2019, sólo el tres por ciento decía que era lo peor que había hecho Andrés Manuel López Obrador hasta ese momento. Un año después, había subido al 18 por ciento.
La serie de encuestas de Buendía&Laredo pregunta lo siguiente: “Todos los gobiernos enfrentan problemas de diferentes tipos, ¿usted cree que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene bajo control los problemas del país o usted cree que los problemas del país están rebasando al presidente AMLO?”.
En mayo de 2019, el 47 por ciento de los encuestados pensaba que tenía los problemas bajo control y 43 por ciento que lo estaban rebasando. En febrero de 2019: 62 por ciento lo están rebasando, 34 por ciento los tiene bajo control.
Muchas de las encuestas que se han publicado recientemente son telefónicas, por internet o de robots que llaman por teléfono. No es el caso de la serie de Buendía&Laredo, la cual es una muestra representativa de mexicanos a los cuales se entrevista cara a cara en hogares.
Existe un debate en la industria demoscópica sobre cuáles encuestas son las más certeras. Por mi parte, yo le sigo creyendo a las que se realizan a la antigüita, es decir, las que se llevan a cabo en hogares, como las de Buendía&Laredo.
Considero a Jorge Buendía como uno de los mejores encuestadores de México y aclaro que, junto con Javier Márquez y Juan Pérez Escamilla, somos socios fundadores del sitio oraculus.mx, que agrega y modela encuestas político-electorales.
Sea cual sea el formato metodológico, en todas se aprecia una caída en la popularidad del Presidente de México.
Su magia comunicativa está teniendo rendimientos decrecientes. La gente más educada comienza a desconfiar en él.
En la medida en que siga sin entregar buenos resultados, creo que seguirá la caída en otros grupos sociales aparte de los que tienen educación universitaria o mayor. Por eso, le urge al Presidente ponerse a gobernar, incentivar el crecimiento económico, parar la sangría de la violencia y resolver el desabasto de medicinas en la salud pública.
Además, lo que se viene no es nada sencillo. Me refiero a la epidemia de coronavirus que ya llegó a nuestro país.
Es en estas situaciones críticas cuando la población quiere un gobierno eficaz que coordine todas las acciones sociales para cuidar las vidas de los ciudadanos.
Ya no más bla, bla, bla ni eventos surrealistas, sino un gobierno con capacidad de resolver los múltiples problemas públicos que aquejan al país.
Twitter: @leozuckermann