La inigualable gema de la costa del Pacífico mexicano, Acapulco, es adorada por sus espectaculares playas, majestuosos acantilados, románticas cuevas, profundas y verdes junglas y restaurantes que, como Mario Canario, nos sumergen en el relajado y hermoso mundo que es este increíble destino.
Dice la leyenda: “Nadie sabe de dónde llegó Mario Canario, pero todos saben que cuando conoció Acapulco, se quedó para abrir al público su cabaña, una muy especial. Aquí día con día reinterpreta la vida en la costa: la playa, la laguna y su cabaña. Un día sale a pescar para disfrutar delicias el mar pero al otro, redescubre la cocina de la tierra para preparar una magnífica cecina. La diversidad de la gastronomía de Mario es pintoresca, con un toque de locura y diversión. La cocina de Mario Canario es Mexican homemade. Ya que todos sus insumos son de pescadores y productores locales. Y para alegrar aún más el momento, las bebidas de Mario están basadas en tequila, mezcal y fruta fresca tropical.”
Los auténticos sabores de la exquisita cocina Mexicana son los protagonistas de la experiencia única que se vive en el restaurante Mario Canario en Acapulco. Original y con el fin de sumergirnos en una típica vivencia de la gastronomía de nuestro país, esta cabaña – con sus sillas de maderas, cocos, palmeras y divertido ambiente – es un espacio donde disfruté de deliciosos platillos y frescos ingredientes.
Una honesta y perfectamente lograda mezcla de pasión por la gastronomía mexicana, espectacular servicio y un setting inolvidable con autentico sabor y estilo local, Mario Canario es pintoresco, único y muy delicioso.
Bajo ramas de palmeras, murales de aves tropicales y antiguas lámparas de hierro disfruté de un exquisito atún en piedra caliente que cociné yo misma en la mesa con una delicada salsa teriyaki, fresco guacamole con chicharrón y un coco relleno de sabroso mariscos, quesos y salsas. La experiencia concluyó con broche de oro: crepas de cajeta.
El arte culinario de Mario Canario es autentico y delicioso, sus sabores frescos, sinceros y memorables, con un toque de locura y diversión.