A Baja California le conviene generar las estrategias adecuadas y darles seguimiento para crear un ecosistema de innovación que le permita adaptarse al contexto de negocios que ya está en curso, de manera que no pierda competitividad.
Lo anterior fue expuesto durante la junta bimestral de Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana (Deitac), que preside Carlos Higuera Espíritu, en el que se llevó a cabo el foro “Ecosistema de innovación en la Mega Región Cali-Baja”, en el que participaron empresarios y consultores.
Saúl de los Santos, director de Axis Centro de Inteligencia Estratégica, indicó que la importancia de los ecosistemas de innovación en las regiones radica en que fungen como un motor del desarrollo, ya que, prácticamente, son la forma de atraer proyectos de mayor tecnología e inversión.
“Al atraer este tipo de proyectos, los países compiten por tecnología de punta y empleos mejor remunerados, y esto es a través de un ecosistema robusto”, expuso.
En México es muy diverso el rango de desarrollo de los ecosistemas, señaló, en el caso de Baja California ésta se encuentra entre los estados que mejor han logrado capitalizar el desarrollo vía ecosistemas, gracias a la llegada de empresas multinacionales de sectores especializados, las cuales llegan con conocimientos y tecnología a la región.
“Lo que nos ha faltado son estrategias bien articuladas, compromisos y continuidad de agentes gubernamentales para desarrollar capacidades; en ese sentido, podemos voltear a ver a Nuevo León, Chihuahua, Querétaro, de quienes podemos aprender”, indicó.
Por su parte, Arturo Serrano Santoyo, investigador de la Dirección de Impulso, Innovación y Desarrollo del Cicese (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada), destacó que uno de los objetivos de la institución es que la investigación juegue un papel importante en la atracción de inversión al estado.
“Tenemos que unir fuerzas con el nuevo gobierno para acelerar el paso en la de generación de talento, porque es la moneda de la nueva economía. Si no hay talento, no vienen los inversionistas, y es importante tener gente que sepa trabajar, que se adapte al contexto y que dé resultados específicos en áreas de primera línea, en particular las tecnologías emergentes”, subrayó.
Una de las propuestas, dijo, es que las universidades replanteen sus planes de estudio para ser más pertinentes en el entorno; mientras que las empresas deben recapacitar a su recurso humano.
“Tendrán que hacer un reentrenamiento laboral para aprender a trabajar con máquinas de programación y tecnologías cuya base es lo digital, porque esa es la tendencia, para eso debemos emprender una orquestación de esfuerzos”, concluyó el académico.