Las calles de Tijuana se encuentran tapizadas de letreros de publicidad médica, la mayoría en inglés, pues saben que una gran cantidad de gente estadounidense cruza la frontera para recibir atención médica por los mexicanos hasta de un 80 por ciento más barata que en su país.
Baja California recibe hoy 1.2 millones de pacientes anuales para recibir tratamiento, que van desde limpieza dental hasta cirugías complejas como bypass gástrico o reemplazo de aorta, aunque el gobierno del estado estima que la cifra podría ser hasta 2.5 millones los que tienen interés en el tema.
La causa de este fenómeno son los elevados costos del sistema de Salud en Estados Unidos y los estándares de calidad de algunos centros hospitalarios en México.
Las variantes de precios pueden ir desde un 30 al 70 por ciento.
Entre los comparativos está el Bypass Gástrico, que en Estados Unidos se paga 25 mil dólares, mientras que en México pagan 11 mil 500 dólares.
Un implante de busto puede variar de 8 mil 400 dólares en Estados Unidos hasta 3 mil 800 en México.
En cuanto a la odontología, que es uno de los principales servicios médicos buscados por estadounidenses, la diferencia puede ser significante.
Un implante dental en México puede costar 900 dólares, mientras que en Estados Unidos 2 mil 500.
Los tratamientos más solicitados en las ciudades de Baja California son, servicios de Odontología, cirugías estéticas y bariatría.
Además de los altos costos, Carlos Pantoja, experto en bienes raíces de Deloitte, aseguró que «el crecimiento exponencial en los últimos años se debe a cuatro causas: la calidad de los servicios médicos privados, el tipo de cambio y el buen precio de los tratamientos… y los atractivos turísticos del país».
Efecto Trump
En 2010, el entonces presidente Barack Obama lanzó el programa conocido como Obamacare, que permitió una reforma al sistema de salud donde más de 50 millones de personas de bajos ingresos tuvieran acceso a los servicios mediante la cobertura Medicare y los centros de salud Medicaid.
Durante el tiempo del programa se incrementaron los beneficios de la salud pública para los estadounidenses al ampliar la cobertura y permitir que se inscribieran más adultos de bajos ingresos, y subsidió pólizas médicas privadas mediante el esquema HealthCare.gov, que ayuda a pagar deducibles.
A pesar de que esta cobertura fue un éxito, generaba al gobierno un costo de 120 mil millonesde dólares, razón suficiente por lo que Trump ha buscado eliminarlo.
Si la reforma de salud se cancela, 60 millones de pacientes sin seguro médico podrían venir a México a recibir atención.
Directores de clínicas en Tijuana aseguran que desde que llegó Donald Trump, han aumentado los servicios médicos. El 80 por ciento asiste desde el sur de California, el 10 por cineto de Arizona y Nevada, mientras que otro 10 por ciento de Canadá.
Turismo médico, pese a violencia
La ciudad de Tijuana vive una transformación, con nuevos hospitales, consultorios, centros comerciales y hasta hoteles con camas de hospital para recuperaciones, la industria de mayor crecimiento e inversión actualmente, sin embargo, sigue en la mira de las autoridades estadounidenses al ser una de las ciudades más peligrosas del mundo, y una de las principales fronteras por donde se trafica una variedad drogas.
La publicación del ranking «Las 50 ciudades más violentas del mundo en 2018» el mes pasado golpeó la imagen de toda la ciudad y, por ende, al turismo.
Ese estudio, divulgado anualmente por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, coloca a Tijuana en el número uno dada la tasa de homicidios de 138 mil 26 por cada 100 mil habitantes, 28 puntos encima del segundo lugar.
Pero pese a esto, el turismo médico no se detiene. Además, Tijuana no es la única ciudad que recibe extranjeros con fines de salud. Otros estados como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Yucatán, también ofrecen estos servicios a los estadounidenses.