Nos contaron personajes de la Policía Municipal de Tijuana que hay una enorme cantidad de policías y personal con maestría y doctorado en Derecho y otras áreas.
El policía que usted ve en la calle, generalmente, no es un ignorante, es una persona muy preparada que desgraciadamente no tiene el reconocimiento necesario precisamente por ser preparado.
Parece ser que los jerarcas actuales de esta corporación decidieron que básicamente los que tienen que ascender son los que no saben leer y escribir, porque son los siguen las órdenes sin cuestionarlas, mientras que los que han estudiado, no tienes resentimientos sociales, tienen otra visión del mundo, si les dan una orden que consideran injusta la cuestionan, y tratan a la ciudadanía con respeto.
Exactamente lo que se busca de una policía profesional, y que confirma un estudio del 2015 denominado Justiciabarómetro (Diagnóstico Integral de la Policía Municipal de Tijuana) en el que se reconoce que 25% cuenta con educación superior y “Consideran que los motivos más importantes para ser policía son: el ayudar a servir, combatir la inseguridad y tener un trabajo estable. Lo que más les gusta de ser policía es el servicio y la vocación. Sin embargo, lo que más les disgusta es que el trabajo no es valorado, la falta de apoyo de superiores, el no estar en casa y los riesgos que su labor conlleva.” Así mismo se reconoce en dicho estudio “Menos de la quinta parte (16.6%) califican bien o muy bien la asignación de promociones y ascensos…”
Entonces desde aquí el exhorto a las nuevas autoridades electas: alcalde Sr. Arturo González y al gobernador Sr. Jaime Bonilla así como a quien funja como nuevo Director de la Policía Municipal, -que en este proceso de la cuarta transformación- den el reconocimiento y ascenso a esos policias que consideran que son parte de nosotros, que se ven como un ciudadano más, que nos quieren cuidar, que no roban y que traerían paz y tranquilidad a la ciudad.
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