El estereotipo de mujer multitarea coincide exactamente con mi experiencia: con una mano remuevo la cacerola, con la otra escribo un correo electrónico y, al mismo tiempo, intento evitar que el niño se mate accidentalmente. Durante mucho tiempo fui una ferviente defensora del mito de las geniales mujeres multitarea.
Sin embargo, un estudio llevado a cabo por investigadores de la RWTH de Aquisgrán señala que este mito carece de fundamento: 48 hombres y 48 mujeres tuvieron que resolver tareas relativamente simples pero diferentes. Estas fueron asignadas con rapidez una detrás de otra o o al mismo tiempo.
No hay diferencias en las aptitudes mentales
Los investigadores no pudieron corroborar ninguna diferencia entre ambos géneros. «Sin embargo, los resultados de los estudios son muy heterogéneos», dice Patricia Hirsch, quien realizó las investigaciones junto con sus colegas Iring Koch y Julia Karbach en el departamento de Sicología Cognitiva y Experimental. «Hay estudios que concluyen que las mujeres son mejores en la multitarea; en otros, los hombres. En algunos no se aprecian diferencias», asegura Hirsch.
Lutz Jäncke es neurocientífico cognitivo en la Universidad de Zúrich y desde hace 25 años investiga si, en realidad, hay diferencias sicológicas y neurológicas entre ambos géneros. «No hay resultados científicos que demuestren que en sus capacidades mentales se diferencien mucho”, afirma el investigador. ¿Son las mujeres mejores haciendo varias tareas al mismo tiempo? Es absurdo, asegura Jäncke.
Todos somos malos multitareas…
«Ahora hay, entre tanto, toda una serie de metaanálisis, cuyos resultados son evidentes: no hay diferencia de género», dice. En general, las personas no son buenas realizando varias cosas al mismo tiempo por dos razones: «Primero, el cerebro humano tiene un recurso cognitivo limitado. Segundo, el principio básico de nuestro pensamiento y actuación es centrarnos en aspectos esenciales», explica Jäncke.
Esto significa que nuestro cerebro está todo el tiempo filtrando información: «Cada segundo, nuestro cerebro se enfrenta a un volumen de datos de once millones de bits, pero conscientemente solo podemos percibir de once a sesenta bits», aclara el neurocientífico. La multitarea es contraria a la programación de nuestro cerebro.
El ser humano puede hacer varias cosas al mismo tiempo si estas están automatizadas, dice Jäncke, citando el ejemplo de conducir un automóvil. Un conductor experimentado puede cambiar, acelerar y permanecer en el carril sin ningún problema, mientras que un principiante está empapado de sudor después de la primera hora aprendiendo a conducir. Las tareas individuales, en realidad, no se ejecutan de forma completamente sincrónica, sino que se procesan una detrás de otras, como si estuviesen en una cola a la espera de su turno.
…pero podemos mejorar
Es decir que las personas multitareas o se han esforzado mucho o tienen un alto grado de autodisciplina y concentración. «Pare ello, es necesario contar con una corteza frontal que funcione», dice Jäncke. Y esta tiene que entrenarse, asegura.
La multitarea exitosa requiere la capacidad de mantener alejados los estímulos externos y enfocarse muy bien en lo que se está haciendo. Después de todo, es más difícil resolver dos tareas simultáneamente que solo una.
El hecho de que pueda cocinar, comunicarme y jugar con un niño pequeño al mismo tiempo es un logro individual y el resultado de una corteza frontal aparentemente bien entrenada. Así que hay buenas noticias: con un poco de entrenamiento, todos pueden llevar a cabo varias tareas al mismo tiempo, sin importar si es hombre o mujer. La mala noticia: con el prejuicio de que las mujeres son mejores multitarea, los hombres acaban de perder una disculpa cómoda.