La Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), delegación Noroeste, colaborará en el proceso de transición del gobierno municipal de Tijuana y Mexicali, con el fin de asegurar que la información no se pierda y se sigan estándares internacionales.
Así lo señaló Román Caso Espinosa, presidente de la Canieti Noroeste, luego del desayuno bimestral del organismo en el que estuvo como invitado José Galicot Béhar, presidente de Tijuana Innovadora.
El dirigente comentó que esta es la primera vez que se hace una invitación a la cámara para apoyar en la entrega-recepción de un gobierno, en este caso a la administración entrante de Arturo González Cruz, en Tijuana, y Marina del Pilar Ávila Olmeda, de Mexicali.
Indicó que los gobiernos entrantes de Tijuana y Mexicali han mostrado una apertura de participación, lo cual están aplicando con otros organismos, lo cual considera es un buen indicador de dejarse ayudar y robustecer sus acciones de gobierno.
“Nos llegó como sorpresa grata que nos reconozcan por la innovación, la vanguardia e integridad como cámara, y nos pidieron que participáramos en apoyar el proceso de transición tecnológica. No vamos a hacer ejecutores, ellos tienen a su equipo propio, pero nosotros como sector conocedor el participar y ayudarles a asegurar que los pasos y protocolos se den, muestra transparencia de su parte”, expuso Caso Espinosa.
El presidente de la Canieti Noroeste señaló que existe un protocolo para la transición tecnológica, con estándares mundiales, y es lo que a Canieti corresponderá atender, el que se cumplan.
“Nos toca seguir esos protocolos, porque son los que aseguran que la tecnología y la información permanezcan íntegras y así haya continuidad”, destacó el empresario.
Añadió que ante esta apertura que han mostrado los próximos gobiernos municipales es probable que la Canieti continúe participando en otras actividades que requieran.
Un ejemplo de ello es el reto para convertir a Tijuana en una ciudad digital, concluyó, donde la obsolescencia es el enemigo número uno, por lo que la cámara podría colaborar haciendo un diagnóstico de la infraestructura para luego implementar los servicios al usuario final, es decir, los ciudadanos.