El inicio de año trae consigo cambios y ajustes, por lo que la mayor parte del tiempo hay un aumento en el precio de productos y servicios. Resulta ser una etapa complicada si no se planifica con tiempo, la cultura financiera es determinante entre el buen manejo de los ingresos y el posible ahorro en circunstancias difíciles.
Con el frenesí de las fiestas decembrinas y el recibo de aguinaldos, cajas de ahorro o bonos, a final de año, parece muy atractivo comprar desde electrodomésticos, regalos e incluso comprar viajes para vacacionar. En este punto es indispensable que, para mayor soltura financiera, se liquiden deudas pendientes, esto significa un peso menos en los gastos.
Se puede realizar siempre y cuando se tenga conciencia de los beneficios y consecuencias que puede traer, el ahorro es indispensable para cubrir gastos inesperados o incluso momentos críticos como la cuesta de enero.
Lo ideal es que, desde diciembre, el gasto no se vea superado en grandes cantidades y que exista una planificación personal o familiar que incluya, cuánto es el monto máximo que se puede gastar, la cantidad a ahorrar y el gasto recurrente como pago de servicios.
Destinar una cantidad mayor a los servicios desde un mes anterior podrá cubrir los aumentos que vienen en enero para estar preparado y sin la preocupación porque se elevó el precio más de lo que se esperaba.
La desesperación por aumentos o gastos excesivos en enero trae como consecuencia la elevación en solicitudes de crédito y empeño hasta en 15 por ciento. Esto refleja la poca preparación o mal manejo de los presupuestos.
Si bien un préstamo puede ayudar a sobrellevar la cuesta de enero, puede traer más consecuencias a lo largo del año. Es necesario evaluar qué se puede comprar a contado y que realmente sea necesario.
Jerarquizar los pagos ayuda a evitar sanciones y aumentos en el interés, hay que tener muy presentes los créditos que están por vencer y los que requieren una mayor cantidad para aportar, así es posible liquidarlas con anticipación.
Ahorrar lo más posible en esta época también es determinante, considerar qué gastos invisibles que drenan poco a poco el bolsillo ayuda a tener un poco más de capital, habrá que resistirse a algunos gustos caprichosos si la situación es crítica, como cafés, cigarros, compromisos familiares o con amigos que resultan en un gasto en comida o alcohol.
Por otro lado, algunas tiendas también ofrecen rebajas y descuentos en su mercancía, puede parecer alto tentador ir por los pasillos viendo precios muy bajos, pero que a la larga representan un gasto en lugar de un beneficio, hay que considerar que también estas liquidaciones son por fin de temporada, se debe analizar si son realimente necesarias.
Algunas instituciones ofrecen condonaciones por pagos atrasados, meses sin intereses o descuentos por pagos puntuales, es algo a considerar dentro del presupuesto para poder ahorrar, ahora bien, el uso de ese ahorro puede ser para pagar algo más o simplemente como ahorro, porque si ese restante se utiliza para comprar productos innecesarios, no existe ningún beneficio directo.
La diferencia entre un enero tranquilo sin preocupaciones financieras no solamente radica en la planificación del presupuesto, es necesario no derrochar en diciembre, llevados por las rebajas, intercambios, regalos y compromisos se adquiere una deuda mayor a lo que se puede pagar o se agotan los recursos.
En este mes también es de retos y nuevas metas por cumplir que llevar al gasto desmedido, entre los propósitos más comunes es tener una mejor calidad de vida que incluye entrar al gimnasio, el primer mes es de entusiasmo y dedicación y los siguientes disminuyen, sin embargo, ya se pagó una membresía, mensualidades e inscripción.
Considerar cuales de los nuevos propósitos se pueden realizar con el menor gasto, si se puede comenzar una vida fitness, existen más alternativas que sustituyen los gastos de un gimnasio.
El ahorro puede trasladarse en el hogar, revisar las medidas necesarias para reducir el consumo de agua, luz y otros servicios y fugas, ayuda a bajar el monto de los recibos, aunque hay que considerar que en el inicio es una inversión por la adquisición de focos o remodelaciones por fugas.
Enero no debe representar un mes de preocupaciones, la disciplina financiera es necesaria, no hay que esperar hasta el momento más crítico para implementar medidas de emergencia o acciones que tuvieron que realizarse antes, todo momento es óptimo para comenzar a fomentar el ahorro.