Sebastián Hernández un joven de 17 años alumno de la Sinfónica Juvenil de Tijuana desde hace poco más de cuatro años, ha sido seleccionado como ganador de la Beca Kyoto 2018 en la rama de Arte y Filosofía.
Sebastián comenta que su interés por la música surgió desde muy chico. En casa escuchaba de todo, principalmente la música de Fantasía 2000, con la cual creció su generación y comenzó a tocar de forma autodidacta. Después sintió la necesidad de acercarse a la música desde una forma más rigurosa y profesional y es como su mamá lo anima a integrarse a la Sinfónica Juvenil de Tijuana.
Eligió tocar viola, aunque al principio también consideró el chello; comenta que son dos instrumentos que no mucha gente les encuentra su expresividad. Eligió la viola por diferente y bromea que “a lo mejor hay algo psicológico ya que la viola es como el hermano de en medio de los instrumentos de cuerdas y yo soy el hermano de en medio en mi familia”.
Sebastián quiere estudiar etnomusicología y explica que a grandes rasgos es antropología de la música: el estudio de la música como fenómeno cultural en un contexto específico más allá de la música en si, cómo surge y cómo se desarrolla en diferentes culturas y pretende con sus estudios que se aprecie la música de culturas latinoamericanas por sus méritos, la música indígena y la afrolatina por el impacto en la música actual.
La música –nos explica- es algo que lo ha hecho más sensible hacia las personas, es una experiencia personal que se comparte al interpretarla y se busca una conexión. La música te hace más empático, más sensible a los problemas sociales que existen y a vivir en comunidad.
Su experiencia en la Sinfónica Juvenil de Tijuana ha sido muy buena, le gusta compartir con sus compañeros y considera que el estar en una actividad artística ayuda a ser disciplinado a trabajar con otros, a saber trabajar en equipo, al logro de un objetivo común. De sus mejores experiencias son las giras, -ir a Mexicali, a San Diego, a Ensenada-, que además de divertidas, los llevan a conocer diferentes lugares y que nuevas audiencias los escuchen. Además tuvo la oportunidad de participar en la OSIM en 2017, otra experiencia enriquecedora.
Recomienda que los jóvenes interesados se acerquen y vivan la experiencia ya que siempre encontrarán algo positivo, ya sea que estén por diversión, por aprender algo nuevo o porque quieran estudiar música, siempre encontrarán algo que los ayude a ser mejores personas.