La tecnología israelí aplicada al agro sigue incorporando nuevos desarrollos para todo tipo de producciones. En la Argentina, muchas de ellas venden sus soluciones a la vitivinicultura, a plantaciones de frutas y hortalizas, y también a producciones extensivas de la pampa húmeda.
Vale recordar que desde su creación, en 1948, los habitantes de Israel tuvieron que resolver problemas tan complejos como producir alimentos en tierras que en su mayoría son desérticas y con agua salinizada.
Es así que, primero en los kibutz y luego a través de empresas muchas de las cuales surgieron de los propios kibutz y hoy están valuadas en millones de dólares, comenzaron a desarrollar diferentes tecnologías para producir usando con eficiencia recursos verdaderamente escasos.
El caso más emblemático es, sin dudas, el riego por goteo que les permitió cultivar verduras y frutas de gran calidad literalmente en el desierto.
Pero no se quedaron con este veradero hallazgo sino que comenzaron a desarrollar nuevos productos, algunos altamente sofisticados.
Agro Business, Agri Task, Dorot, Lugo, Metzerplas, Netafim, Rivulis, Solchip, Suplant y Taranis fueron las diez empresas israelíes que presentaron sus últimos desarrollos en el Seminario de Agrotecnología, organizado por la Embajada de Israel y el ministerio de Agroindustria, con un espacio para networking.
“Hoy la mayoría de las empresas vuelcan toda la supervisión de lo que pasa en el campo a un archivo Excel, y es difícil transformar la cantidad de datos que se recolectan en decisiones más rentables”, explica Amir Szuster de Agritask y calcula que, a nivel mundial se pierden 15 mil millones de dólares por mala aplicación de agroquímicos.
Agritask creó una plataforma integrada de inteligencia agronómica, que utiliza todos los datos que se generan en el campo, les suma datos externos -como por ejemplo imágenes satelitales- y los procesa generando protocolos a la medida de cada productor para trabajar con precisión cada área cultivada.
Según sus representantes, el uso de esta plataforma puede significar un ahorro de hasta el 15% en la aplicación variable de agroquímicos, con un costo estimado de 2 dólares por hectárea, y aumentos en la producción.
La tecnología permite además controlar el campo en forma remota. En Brasil, por ejemplo, se aplicaron códigos de barra a fardos de algodón para trazarlos en todos sus estadios.
En forma similar, la empresa Suplant creó una plataforma que toma los datos del campo, los envía a una nube que realiza algoritmos matemáticos creados específicamente para cada agricultor, y ordena regar o no regar, dando información y alertas en tiempo real e instrucciones a medida. “Lo importante no son los miles de datos que podemos recolectar, sino la tecnología como respuesta a esos datos. Es decir, qué hacemos con esos datos”, refuerzan desde Suplant. Según sus representantes, se puede ahorrar un 20% en agua y aumentar la producción en un 5%, con diferencias mayores según el salto tecnológico que implique la instalación de la plataforma.
En un caso de producción de pomelos, el cambio en la frecuencia de riego, hizo que la planta creciera un 160%, usando un 20% menos de agua, con la consecuente reducción de costos.
Con todos los datos de los cultivos de sus clientes bajo diferentes condiciones, Suplant creó lo que la empresa llama Big Data Irrigation (BDI), una base que potencialmente podrá ser usada por otros agricultores en condiciones similares que hoy no acceden a esta tecnología.
Entre otras soluciones de eficiencia hídrica, Netafim ofrece soluciones de riego inteligente, desde goteadores hasta sistemas automatizados. Esta empresa que nació en un kibutz es hoy una corporación valuada en mil millones de dólares, con presencia en 110 países y 4 mil empleados. “Nuestros principales clientes son las raíces de las plantas, por eso desarrollamos tecnología para el goteo de bajo caudal según su demanda”, explicaron desde la firma.
La empresa Dorot se dedica a la fabricación de tecnologías sustentables y productos de sistemas de control y optimización del agua. En la Argentina, le provee riego por goteo al ingenio Ledesma, en Jujuy, así como a empresas radicadas en Salta, entre otras localidades del norte.
Metzer proporciona riego para diferentes cultivos y para solucionar problemas de escasez de agua, usando agua reciclada en muchos casos.
En producción lechera, Afimilk, una cooperativa fundada por el kibutz Afikim, coloca sensores a cada vaca y punto de ordeñe para conocer el peso del animal, cuántos pasos da al día, cuál está ovulando, y hasta cuando hay síntomas de mastitis. Estos datos se transmiten y son objeto de análisis.
No es casual que Israel tenga una producción de leche de 12 mil litros por vaca por año.
Pero no solo se trata de soluciones para el productor. La empresa Consumer Physics desarrolló SCIO, un sensor molecular óptico que cabe en la palma de la mano y que lee la composición química y los valores nutricionales de los alimentos. La persona que haga sus compras en un supermercado podrá conocer las propiedades del pelón que está comprando, o de la salsa que preparó en su casa. “En un futuro, la calibración de esta tecnología se podría trasladar a la producción extensiva”, explica Pablo Baron, experto en biotecnología.
El embajador de Israel en la Argentina, Ilan Sztulman y manifestó la gran vocación de su país para cooperar frente a los desafíos globales en el campo de la producción agropecuaria. “Somos economías complementarias”, remarcó el diplomático, y casi con acento porteño dijo: “hoy si querés avanzar, tenés que trabajar juntos”.
En Israel, el último año hubo 4,8 mil millones de dólares invertidos en startups, y la tendencia de la inversión en desarrollos de tecnología para soluciones para el campo crece. Es evidente que la tecnología que desarrolló Israel tendrá impacto en el manejo de la información y en las economías regionales, en particular las que están bajo riego.
Investigación
Israel ocupa el tercer puesto en el ranking mundial en gasto en Investigación y Desarrollo, el octavo en preparación tecnológica, el undécimo en innovación y el decimosexto en exportaciones de alta tecnología.
Educación
Es obligatoria para las edades comprendidas entre los 3 y 18 años. Israel ocupa el tercer lugar mundial en el número de ciudadanos con títulos universitarios. En su corta historia produjo 12 premios Nobel.
Seguridad
Servicio militar obligatorio de tres años para los hombres y de dos años para las mujeres. No obstante, en Tel Aviv y Jerusalén no se respira un estado de guerra en la población, a pesar del pasado de lucha.
Exportaciones
Las principales son frutas, verduras, software, diamantes, productos químicos y farmacéuticos. Israel es considerado el país más avanzado en desarrollo económico e industrial del sudoeste de Asia.
Startup
Israel se ubica en lo más alto en la región en el índice de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial. Tiene el segundo mayor número de compañías start up en el mundo, después de EE.UU.
Ingresos
El ingreso per cápita es de 33.900 dólares anuales en una población 8,1 millones de habitantes que están concentrados en la región central y costera. EnTel Aviv viven 3 millones de habitantes.