Directivos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y de la Cámara Nacional de Promoción de la Vivienda (Canadevi), hicieron un llamado al Gobierno Federal a detener los incrementos en los precios del cemento, pues el 1 de julio entrará en vigor un nuevo aumento del 15 por ciento, que provocará alza en la venta de casas de interés social.
En conferencia de prensa, el presidente de CMIC Delegación Tijuana, Ing. César Romeo Sauceda, afirmó que tanto las empresas cementeras Cemex y Holcim prácticamente controlan el precio de este producto, ya que México es el sexto productor a nivel mundial.
Mencionó que el valor del cemento mexicano es casi del doble al precio que tiene este material a nivel internacional, pues en este país la tonelada cuesta alrededor de 200 dólares, mientras que en Estados Unidos sólo 100 y en países como Cuba y Belice alrededor de 70.
“Se trata de incrementos desmedidos para uno de los insumos básicos para la construcción de la vivienda, pues en octubre de 2015 la tonelada de cemento costaba alrededor de mil 600 pesos y en julio de 2017 costará cerca de dos mil 800 pesos”, expresó.
Romeo Sauceda refirió que se trata del segundo incremento que registrará este año, ya que a principios del mes de enero el precio de este material subió un 12 por ciento que en suma será un 27 por ciento.
Dijo desconocer los motivos de dichos aumentos porque no se debe a la devaluación del peso respecto al dólar, ni tampoco a la inflación del país, ya que otros insumos básicos para la construcción como lo es la varilla de acero, no han registrado incrementos acelerados y son libres de importación.
Por su parte el Presidente de Canadevi en Baja California, Lic. José Luis Padilla, recordó que en el mes de marzo de este año, las autoridades de la Secretaría de Económica crearon un pacto por la economía nacional, en el que estipulaban que los precios de los insumos y servicios para la construcción de vivienda no tendrían que aumentar por encima de la inflación que registrara el país.
Sin embargo, afirmó que este incremento de 27 por ciento está muy por encima de la inflación de México, por ello hacen un llamado al Gobierno Federal a que respete dicho acuerdo porque de lo contrario, solicitarán los permisos para la importación del cemento.
“Estos aumentos impactan directamente en el tema de la vivienda de interés social, ya que requiere de un subsidio federal para que la puedan adquirir los trabajadores que perciben entre uno y cuatro salarios mínimos y que representan el 60 por ciento de la base laboral mexicana”, expresó.
En ese sentido, José Luis Padilla adelantó que ante este panorama a partir del mes de julio el precio de las viviendas incrementaría en un ocho por ciento, por lo que será aún más difícil que puedan ser compradas por trabajadores de bajos ingresos económicos.