Gracias a Trump miles de científicos de todo el país salieron a las calles a protestar pero más importante, cientos de ellos ya se están entrenando para lanzarse como candidatos en las próximas elecciones.
No malentiendan el título, Trump no apoya a la ciencia ni a los científicos pero, al provocarlos, al obligarlos a tomar acción, a dejar sus laboratorios para lanzarse de candidatos y eso ya le dio a la comunidad científica un nuevo valor y un nuevo objetivo.