Los diferentes modelos numéricos ufilizados para los pronósticos del tiempo coinciden en el pronóstico de lluvias importantes en el lapso de tiempo de jueves 19 a lunes 23 de enero.
El domingo el único día que no se pronostican lluvias.
La corriente de chorro pasará por encima de la región trayendo con ella tres sistemas de tormentas acompañadas de lluvias moderadas a fuertes, y vientos y nieve en las montañas.
Las precipitaciones esperadas por cada tormenta son las siguientes por zonas de afeclación:
La primera tormenta de miércoles en la noche a jueves en la noche, en Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate y Ensenada podrían tener una acumulación de entre 20 y 40rnm, y Mexicali hasta 10mrn. Nevada a partir de los 1500 rnsnm per lo que habrá nevadas en las parles altas de la Sierra Juárez y toda le Sierra de San Pedro Mártir. No se espera nevada en La Rumorosa. Vientos maderadas de hasta 40 kph.
La segunda tormenta de viernes en la mañana a sábado en la madrugada, en Tijuana, Playas de Rosarito, Tecata y Ensenada, una acumulación de 25 a 50 mm y Mexicali de 15rnm. Nevada a partir de los 1,200 mts, por o que se esperan nevadas en La Rumorosa y El Cóndor. Vientos de moderados a fuertes, entre 40 y 100 kph.
La tercera tormenta desde la mañana hasta la tarde del lunes, para Tijuana, Playas de Rosarito» Tecate y Ensenada de 10 a 20 mm, y Mexicali menos de 5mm. Posibilidades de nevadas a partir de los 1,200 mts (En el próximo boletín, se definirá si existe riesgo de nevadas en La Rurnorosa). Vientos moderados de hasta 10 kph.
El total de precipitación esperada acumulada de miércoles 18 en la noche a lunes 23 de enero es de 50 a 100 mm en las ciudades de Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate y EnSsnada, y de hasta 25 mm para Mexicali.
Posibles consecuencias por las lluvias:
La primera tormenta provocará que el suelo termine de saturarse o llegar a parámetros muy altos de saturación, por lo que en la segunda tormenta, la mayor parte de la lluvia correrá provocando escurrimientos en todos los cañones y laderas, tanto en zonas urbanas como en las zonas rurales, provocando con esto la crecida de ríos y arroyos, tanto en Las zonas urbanas corno rurales, con el riesgo de inundación en vados en las carreteras y áreas bajas de las zonas urbanas con deficientes sistemas pluviales.