La industria automotriz de México espera en tensa calma los posibles cambios en materia de comercio internacional, tras la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos y su retórica contra el libre comercio.
Así lo señaló Sergio L. Ornelas Ramírez, organizador de la Mexico’s Auto Industry Summit 2016, la cumbre de negocios de la industria automotriz, que se llevará a cabo los días 7 y 8 de diciembre en el Poliforum León, Guanajuato.
Consideró que se esperan diversos escenarios y por ello el sector está en la incertidumbre, pero cualquier cambio que afecte a la industria automotriz en México se reflejaría de inmediato en la proveeduría y el mercado de EU ya que las industrias de los dos países son en realidad siamesas, manufacturan juntas, no independientemente.
Ornelas recordó que en 2015, México exportó 2.8 millones de automóviles que contienen aproximadamente 40% de autopartes hechas en el vecino país, y los autos ensamblados en México representan 12% del mercado de autos nuevos de EU.
“La cadena de valor y suministro de la industria automotriz en la región del TLC y del mundo es compleja, madura y competitiva (…) No creo que alguien quiera descarrilar este tren, sería una pérdida significativa para ambas partes», abundó.
En tanto, Bob Carter, vicepresidente de Operaciones de Toyota Motor Sales en EU, dijo que no hay cambios de planes para la nueva planta y la expansión de la firma en Tijuana.
En septiembre pasado, la firma anunció una inversión de 150 millones de dólares en su planta de Tijuana, para elevar la producción anual de su modelo pick-up Tacoma en unas 60 mil unidades en 2018.
La compañía, que trasladó hace poco sus oficinas generales para América del Norte de Torrance, California, a Plano, un suburbio al norte de Dallas, Texas, ha referido que la producción de la empresa en Baja California supera a la fecha los 100 mil vehículos, incluyendo el modelo Tacoma y otros.
Con la inversión se espera que la automotriz produzca 160 mil unidades a finales de 2017 o principios de 2018, manteniendo la producción constante con tres turnos por día.
Otras voces
Mark Fields, CEO de Ford Motor Company puntualizó que el posible impuesto de importación que propone Trump para los autos hechos en México sería contraproducente para la economía de los Estados Unidos.
Para Hinrich Wiebken, CEO de VW Group de América, las compañías automotrices globales están acostumbradas a los cambios políticos y por ello su estrategia de inversión internacional no cambia por las elecciones de algún país en particular.