La inflación de Tijuana y Mexicali pegó un fuerte brinco durante la primera quincena de noviembre derivado de la depreciación del peso, alza en las gasolinas y en la energía eléctrica, entre otros aspectos.
De acuerdo con cifras difundidas por el INEGI la anualizada de Tijuana trepó hasta el 4.17 por ciento a tasa anual, durante la primera quincena de noviembre, mientras que Mexicali ya sin el subsidio a la energía eléctrica brincó hasta 3.27 por ciento.
En el caso de la capital del Estado no solamente preocupa el avance en los genéricos señalados al principio, sino en el rubro de alimentos, donde el crecimiento se aproxima al doble del registro general con el 5.0 por ciento. Tijuana por su lado presenta el segundo mayor avance anualizado en ocho años.
En el resultado quincenal Mexicali aumentó 9.38 por ciento, cifra estacional por el ajuste que se da tras retirarse el subsidio de veranos a las tarifas eléctricas, mientras que para Tijuana el aumento fue del 0.15 por ciento.
Cabe comentar que debido a la fuerte presión del tipo de cambio y a que se acerca un periodo de alto consumo, no se descarta que la inflación de ambas ciudades se mueva alrededor del 4 por ciento anual al cierre del 2017, cifra que superaría las expectativas de los analistas antes de que se presentara la nueva ola de volatilidad cambiaria.