Javier Plascencia, chef y restaurantero tijuanense, señaló que hace unos días platicaron algunos empresarios del ramo, sobre la posibilidad de poder emplear a los migrantes haitianos, en caso de que esto fuera posible; además de que buscarán la forma de acercarse con ellos para incluir platillos de su región en los menús que manejan.
En entrevista con AFN, el reconocido chef mencionó que platicaron sobre esta situación y concluyeron que puede llegar a ser una situación como en su momento ocurrió con italianos y franceses en la época de la prohibición del alcohol en Estados Unidos (entre 1920 y 1930), ya que estos aprovecharon ese momento para empezar a hacer y difundir su cocina en Baja California, y ahora “puede que sea ahora el tiempo de los haitianos”.
Plascencia detalló que platicaron del tema, para ver de qué forma los podrían ayudar «porque trabajo siempre hay» en la ciudad; tras exponer que en su caso a diario requiere personal para distintas áreas, pero van a determinar las cuestiones legales antes de decidirse a emplearlos.
Sobre los platillos haitianos que han empezado a cocinar en pequeños espacios, señaló que sí ha escuchado que ellos mismos están trabajando y abriendo sus propios puestecitos para vender comida, y que eso podría ser una buena posibilidad para sus restaurantes.
“Realmente no conozco mucho la cocina de Haití, sé que hacen un ron exquisito y pueden salir cosas muy interesantes, y sí seguramente nos vamos a acercar a ver qué podemos hacer con ellos”, dijo.
Turistas de EU se alejan de Tijuana
Plascencia comentó que por la relación que tiene con comensales estadounidenses, por sus restaurantes en ese país, dijo que ha escuchado comentarios «muy positivos» sobre situaciones que ocurren en el Estado y en Tijuana, principalmente en relación con la gastronomía y el crecimiento vinícola y cervecero; aunque también ha habido quejas o comentarios negativos sobre el tiempo que se pierde para cruzar la frontera, que a veces se prolongan hasta por cinco horas.
Clientes y amigos le comentan, agregó, «que acá la pasaron de maravilla pero que estuvieron cuatro o cinco horas parados en la línea».
“Para mí eso es muy grave porque la gente se espanta, ya no regresa y yo estoy seguro que regresarían o estuvieran viniendo más personas de manera más seguida si no existiera esa problemática del tiempo en la frontera”, dijo, por lo que los tres niveles de gobierno deberían atender tal situaciónen beneficio del turismo local y extranjero.