No es ningún secreto que el transcurso de los años le vienen fantástico a una pareja cuando queremos referirnos a términos de estabilidad. Sin embargo, también es un hecho incontrovertible que en cuanto a la intimidad, a la vida sexual, estos mismos años suelen ser devastadores, porque cuando éstos llegan vienen acompañados del aburrimiento, de la rutina, del tedio, de la monotonía, el desinterés y de todas esas cosas que al final acaban por convertir a dos personas que se aman en un par de perfectos desconocidos.
Y no importa cuántos años de casados (o de unión libre si es el caso) lleven, lo cierto es que bien pudiéramos estarnos aludiendo a nosotros mismos, porque nadie, absolutamente nadie, está vacunado contra ese peligroso cáncer que asesina la vida sexual de las parejas conformen transcurren los años.
Adentrándonos en los terrenos de la seducción y en el tipo de situaciones que detonan nuestra sexualidad, tenemos más que claro que hombres y mujeres nos movemos por senderos diametralmente opuestos. Mientras los caballeros tienden a ir más hacia lo visual, a las mujeres les agrada más ser seducidas por el oído. Por lo mismo, conquistar a unos y a otras en el día a día requiere de distintas habilidades para que podamos salir bien librad@s de esa gesta emocional. Pero cuando verdaderamente estamos interesados en nuestra relación y realmente amamos a esa persona con la que dormimos todas las noches y despertamos todos los días, bien vale la pena hacer cualquier esfuerzo que nos permita mantener viva la llama de la pasión.
Para conservar el erotismo en nuestra relación (y, por supuesto, en nosotros mismos) es importantísimo que frecuentemente recorramos nuestros cuerpos de manera distinta a la habitual. Cambiemos las rutinas que empleamos para autoerotizarnos y eso nos permitirá descubrir en nosotros zonas erógenas diferentes a las ya conocidas.
Asimismo, así como cuando éramos novios, busquemos siempre estar agradables para nuestra pareja. Que esos encuentros diarios, cuando él o ella regresa del trabajo, estemos bien arreglados y visualmente llamativ@s. Bajo ninguna circunstancia erradiquemos el cuidado personal de nuestros hábitos diarios; lo mismo aplica para esa sutil seducción que debemos aplicar durante todo día (sin llegar al acoso), para que cuando llegue la noche los primeros momentos en la alcoba puedan ser propicios para el erotismo, tengan o no contacto sexual.
Háblense cariñosamente (sin caer en la cursilería o la ramplonería). El buen trato mutuo es detonante para que entre los dos siempre exista un buen ambiente. Cuando uno pase cerca del otro no desperdicien la oportunidad para rozarse un hombro, la mano, tocarse el cabello, etcétera. Visualicen las cosas que le agradan a uno y al otro para llevarlas a cabo, sin censuras. No permitan que los problemas de la vida diaria los agobien y los rebasen tanto como para olvidarse de que siempre es posible estar enamorados.
Y ya en terrenos íntimos, muy íntimos, si quieren implementar algunas actividades distintas a las hasta ahora desplegadas, es muy válido que lo hagan, no tengan miedo. Pero antes que nada comuníquense, dialoguen y lleguen a acuerdos sobre lo que les gustaría hacer, porque en ciertas ocasiones la sorpresa mata el erotismo. Si quieren incorporar juguetes, juegos, situaciones, salir del área de la alcoba (trasladarse a la sala o a la cocina, por ejemplo), autorizarse una noche en algún motel u hotel, interpretar algún rol provocativo… todo es válido, siempre y cuando lleguen a acuerdos que convengan a ambos.
Y no olviden que todos los sábados los espero en punto de las 23:00 horas en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevision/Izzi y 121 de Sky).
Angelina y Brad: sí se puede
Vinculados sentimentalmente desde hace casi una década y siendo padres de seis hijos, suena lógico que la vida íntima de los actores estadounidenses Angelina Jolie y Brad Pitt haya tenido que pasar por serios altibajos.
Sin embargo, hace un par de años la hija del actor Jon Voight comentó en una entrevista que el secreto para no caer en una vida sexual rutinaria y aburrida siempre es conveniente mantener una mente abierta y estar al pendiente de los deseos de su esposo. “Si estás compartiendo una casa, una vida, un trabajo con una persona, lo menos que puedes hacer es tomarte tiempo para comunicarte con él. Tienes que preguntarle y escucharle con respecto a lo que quiere, a lo que le gusta, a lo que necesita”, señaló.
¿Y qué opinan l@s cibernautas?
Frank Govinden. “La comunicación y la confianza. Hablar abiertamente de los temas y necesidades íntimos de cada uno. En el caso del hombre debe estar al tanto de las fantasías de su mujer y en el caso de la mujer debe recordar que el impacto visual siempre seduce al hombre”.
Rosario Salinas. “Lo que beneficia es: enamorar a tu pareja cada día y lo que perjudica (tanto a la ilusión como a la vida sexual): la mortal rutina”.
Carlos Fabián Fontez. “Pasión, entrega, complicidad, curiosidad, desinhibición, ganas de hacer travesuras, sentido del humor, ocurrencias permanentes y hacer uso del imperio de los cinco sentidos… todo esto potencia enormemente el erotismo”.
Consultorio sexual
Pregunta:
Yo no sé que tan válido sea decirle a mi marido (tenemos nueve años de casados) que me siento totalmente aburrida en lo que respecta a nuestra intimidad. Él es un hombre maravilloso, trabajador, atento, educado… pero sumamente convencional en la cama y eso ya me enfadó por completo. Quisiera proponerle que intentemos algo diferente, algo nuevo, pero no sé cuál sería su reacción y otras veces me dan unas ganas de ponerle el cuerno con un compañero de la oficina que se nota a leguas que es todo un pervertido y eso me atrae.
Anónima (Hermosillo, Sonora)
Respuesta:
Es evidente que tu intimidad requiere de un empujoncito para cambiar, pero antes que nada lo que tú necesitas es comunicarte abierta y honestamente con tu marido sobre lo que quisieras fuera distinto en torno a la vida sexual de ambos. La infidelidad bien podría ser una alternativa, pero tiene un costo alto. ¿Estás dispuesta a pagarlo?
Para reír
Platican dos compadres en la cantina sobre sus esposas.
—¿Cómo van las cosas en la cama con la comadre?
—¡Uy, compadre!, mi vida sexual cada vez es más parecida a la Coca-Cola.
—¿Y cómo es eso, compadre?
—Pues, primero era REGULAR, después LIGHT y ahora ZERO.