Estamos próximos a vivir y disfrutar lo que muchos consideramos la época más feliz del año: la Navidad. Llegó el momento de postergar la tristeza, la amargura y el estrés para dar paso a la alegría, los festejos, los regalos, disfrutar de la familia y los amigos… ¡Sí, cómo no!
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente se registran en todo el planeta un promedio de 900 mil suicidios, o sea, cada 40 segundos una persona se quita la vida, razón para considerar esta práctica entre las 20 causas de muerte más importantes en el mundo y ésta se presenta, de acuerdo a los especialistas, a causa de las llamadas enfermedades mentales (depresión principalmente) y los trastornos derivados del consumo excesivo de alcohol y de drogas. Claro, sin olvidar el altísimo nivel de violencia, directa o indirecta, que a diario manejamos en nuestro día a día.
Sí, se trata sin duda de un problema de salud pública. Pero afortunadamente es previsible si se detecta a tiempo, y si el suicida en potencia coopera para salir del estado depresivo en el que se encuentra.
Éstos son días donde los casos de suicidio repuntan. El frío de la temporada invernal, la nostalgia y la frustración por no haber alcanzado los propósitos trazados al inicio del año, la soledad y hasta las crisis económicas (tan características y recurrentes en las naciones del llamado Tercer Mundo) son poderosísimos factores por los que en esta época del año solemos caer en depresión.
Conflictos derivados por el mal manejo de nuestras relaciones sociales y familiares, el aislamiento, la pérdida del apetito, el insomnio y la baja frecuencia en nuestras relaciones sexuales bien pueden ser considerados síntomas de depresión e indicativos de que una persona está empezando a perder el cuidado de sí misma. En términos médicos, este conjunto de síntomas delimitan un síndrome que ataca primordialmente a la esfera afectiva: estar tristes, decaídos, irritables y malhumorados incide en nuestro rendimiento laboral y/o escolar, además nuestra actividad habitual también se ve afectada y las causas que provocan todo este cuadro pueden ser conocidas o desconocidas.
Extrañar a las personas amadas, ausentes ya sea por la distancia o por la muerte, y recordar con nostalgia ciertas vivencias en particular que ya no podremos repetir, se puede traducir en pensamientos negativos. Por ello es muy importante que solicitemos ayuda a un profesional para que nos impida focalizar nuestra atención y nuestra (poca) energía en acontecimientos o en personas que ya no están próximos a nosotros. Rememorar el pasado sólo sirve para entristecer el presente y oscurecer el futuro.
No olvidemos que la idea de la felicidad que nos venden los medios de comunicación y la publicidad no tienen nada que ver con la realidad que viven la mayoría de las familias, porque al interior de éstas siempre se presentarán dificultades de todo tipo (personales, económicas, laborales, sentimentales, etcétera). Pero será nuestra fortaleza la que nos permitirá salir adelante. Disfrutemos la vida, hagamos ejercicio, procuremos reírnos de todo lo que pasa a nuestro alrededor y mantengamos siempre una buena comunicación con nuestros familiares y amigos.
Pero, sobre todo, aléjense de los pensamientos y emociones negativas. ¡No se depriman y disfruten la vida!
Y no olviden que todos los sábados los espero, en punto de las 23:00 horas, en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevision y 121 de Sky).
Famosos y suicidas
A veces ser famoso, exitoso, popular, millonario, idolatrado y demás no es sinónimo de felicidad. En el mundo de la farándula un rostro sonriente no siempre se traduce en verdadera alegría. Es más, a veces significa todo lo contrario. Varios de los casos más recientes así lo denotan:
Robin Williams: fue encontrado sin vida en su casa de California a los 63 años de edad; luchaba contra una severa depresión.
Kurt Cobain: el líder de la banda iconoclasta de grunge Nirvana se disparó en la cabeza a los 27 años.
Charlotte Dawson: la vida para esta actriz y modelo australiana no fue nada fácil; presumía un largo historial depresivo.
Lucy Gordon: la bella actriz que participó en Spider-Man 3 se ahorcó dos días antes de cumplir los 29 años.
La opinión de los cibernautas vía Facebook
Omar GH. “Pasar estas fiestas uno o dos años solo está bien, no pasa nada. Pero ya varios años así puede causar estragos en la cabeza de alguien. La depresión puede llevarnos al extremo y llega al suicidio”.
Aarín Saldivar. “Pienso que muchos ven con tristeza la situación económica, la nostalgia de un año más. En los adultos mayores puede ser por el abandono al que son sujetos… pero esto último es durante todo el año. Son muchas cosas”.
María Teresa Priego. “La obligación a ‘ser feliz’ en estas épocas puede ser aniquilante”.
Marcos Olivares. “La depresión y la soledad son fuertes motivos para llegar a ello”.
Consultorio
Pregunta:
Donde trabajo hay un señor (no somos amigos, sólo compañeros de trabajo) que se divorció hace 5-6 años. Al llegar estas fechas he notado que se deprime muchísimo. El año pasado se ausentó algunos días y alguien me comentó que intentó suicidarse, pero lograron salvarlo. No quisiera parecer entrometida, pero me gustaría saber si puedo ayudarlo en algo.
Rebeca Esparza (Celaya, Guanajuato)
Respuesta:
Si el interés que tienes en ayudarlo es genuino, nada te cuesta que en lugar de que sólo sea tu compañero de trabajo, pudieras convertirlo en tu amigo.
Sin embargo, debes de ser muy cuidadosa al momento de pretender ofrecerle algún tipo de ayuda… con mucho tiento, quizá, podrías sugerirle que busque asesoría profesional.