¿Sigues tus propios consejos?
Es increíble como Joanna es acertada, la mejor persona para dar consejos, tiene una gran claridad para entender lo que pasa a su alrededor, una mujer muy atinada y sensible. Cuando sus amigos, colegas y familiares la buscan para contarle un problema generalmente les da un punto de vista fresco, los alienta, los calma y los ayuda a salir adelante.
Perdonarse a si mismo, siendo compasivo y aprendiendo de los propios errores mejora la calidad de las recetas y ayuda a vencer los grandes desafíos de la vida.
El buen juez debería de empezar en su casa, seguir sus propios consejos, ayudarse y quererse a si mismo tal como lo hace con los demás. Pero lamentablemente, esto no siempre sucede. Si bien es cierto que la vida de Joanna últimamente ha sido un tanto complicada, también es verdad que se ha dejado caer, se le han olvidado todos sus sabios consejos, se ha vuelto muy dura consigo misma, llenándose de criticas, reproches, y sentimientos negativos. Joanna se abandonó a si misma, ha engordado y dejó de arreglarse lo cual aumentó su incomodidad consigo misma. Esta mujer, que siempre había sido tan dinámica, alegre y atractiva, ha olvidado como se sentía antes. Está muy enojada consigo misma y le cuesta trabajo hacer buenas elecciones. Cuando piensa en lo infeliz que se siente, lo gorda que se ve y lo enojada que está, abandona sus buenas intenciones y comienza a comer indistintamente, se ocupa de todos menos de su propia persona.
Joanna había perdido bastantes libras hace un par de años; lucía radiante y se sentía más sana y energética que nunca. Se había convertido en un ejemplo para las personas que querían bajar de peso ya que las inspiraba a conseguir sus objetivos. Aun continúa aconsejando y ayudando a los demás, pero no lo logra consigo misma.
¿Qué fue lo que le pasó a Joanna? ¿Por qué se castiga y se enoja tanto consigo misma? ¿Por qué no sigue sus propios consejos? ¿Por qué el apoyo que da a los otros no los puede aplicar a si misma?
Muy fácil, porque no se escucha, no sabe que sus consejos deben de ser primero para ella y después para los demás. Si bien es cierto que en la vida las cosas no siempre se dan como uno quisiera y surgen problemas, no por eso uno puede dejarse hundir, enojarse y maltratarse a uno mismo.
Es importante tratarnos a nosotros mismos como si fuéramos nuestros mejores amigos; hay que aprender a escucharnos, tenernos paciencia y a tratarnos con cariño y respeto.
LA RECETA
Se tu mejor amigo
INGREDIENTES
- 1 taza de Cariño
- 2 cucharaditas de Respeto
- 1 manojo de Cuidados
- 3 gotitas de Perdón
- 1 lata de Aceptación
- 1 rebanada de Generosidad
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
Entender las necesidades y los deseos propios son un requisito importante para poder saborear esta receta.
MODO DE PREPARACIÓN
- El cocinero que se sabe tratar a si mismo como su mejor amigo es, sin duda, una persona más contenta, más gentil y piadosa, capaz de aceptar sus errores así como sus virtudes, y por lo tanto también es más probable que acepte más a los demás.
- Saber reconocer las propias emociones es necesario para poder entendernos mejor. Si dejamos que los sentimientos nos gobiernen, nos convertimos en seres débiles y vulnerables. Es más fácil llenarse de culpas y lástima por si mismo. Si elegimos actuar sobre ellos, nos logramos sentir fuertes, con respeto y podremos seguir cocinando nuevos, más variados y ricos platillos.
- Reconocer los aciertos y las virtudes de cada persona, balanceando sus debilidades y sus fracasos es un paso importante para la preparación de esta receta. Crear el hábito de ser y pensar en forma positiva siempre genera paz y satisfacción interna.
- Cada quien es lo que es. Al ser una persona honesta uno aprende de si mismo y de los demás. Reconocer que cada persona es única y que le da un sabor especial a la vida, puede ayudarlo a valorarse y a querer compartir más, así tendrá siempre una vida emocionalmente nutritiva y llena de sabor.