A quien no se le antoja un pastel recién horneado, con un aroma dulce, suculento, a lo mejor hasta con sabrosísimo chocolate derretido, acompañado de una cucharada de un exquisito helado cremoso, hablando de antojos… el aroma del café fresco recién hecho. Digamos que si no es el pastel lo que seduce, que tal una copa de un buen vino… una noche de diversión con una persona divertida, guapa… En fin hay un gran numero de situaciones que pueden ser atractivas, divertidas pero al final… un poco nocivas y hasta dañinas.Si se pudiera ver lo que sucede cuando se cae en las propias tentaciones posiblemente habría una mejor fuerza de voluntad ¿verdad?Cuantas personas se involucran con personas o situaciones problemáticas pensando que se pueden controlar, sin darse cuenta que solo se cae en un espiral que lleva más serios problemas.
No le temas a las tentaciones, recuerda que tú siempre puedes controlar la situación y decidir, simplemente tiene que conocer bien contra quien estas luchando.
¿Quién no ha conocido a alguna persona que se junta con amistades de carácter dudoso (bebedores, mentirosos, rateros o drogadictos), donde finalmente termina implicándose en conductas de alto riesgo a pesar de que insistía que nunca le sucedería? ¿Cuantas veces alguien se endeuda creyendo que pronto va a poder pagar en un corto plazo y en cambio termina endeudándose aún más? ¿Qué pasa con la persona que inicia una amistad inocente con otra que está casada y casi sin proponérselo terminan teniendo una relación amorosa?
Cuando algo no es bueno o puede potencialmente crear problemas hay que mantenerse alejados y evitar tentar al destino. Las tentaciones son como un campo minado, que por más de que esté lleno de buenas e ingenuas intenciones terminan llenándonos de complicaciones.
El carácter se forma poco a poco y con una acción a la vez, posiblemente un si aquí y allá no hace gran diferencia pero cuando estas se acumulan, se llega a un lugar completamente destino de que se había esperado llegar.
La vieja expresión de que tanto es tantito… es tan sabia como la frase de las abuelitas que dice: sin querer tuve 10 hijos, solo era uno más cada vez. Ya sea el cigarro, el alcohol, el sobrepeso, el sexo… cada quien tiene un punto débil que tiene que confrontar.
Es importante no exponerse con miedo a situaciones que son difíciles de controlar, ya que las tentaciones, son muy eficientes y elocuentes cuando se trata de convencer. Hay que formar carácter y cuidar las acciones insuficientes ya que estas son, el inicio de la grandeza o la perdición.
La receta
Controlando las tentaciones
Ingredientes
- 1 taza de decisión; establecer claramente las metas y los objetivos personales
- 1 sobre de valores claros; reconocer que es lo verdaderamente importante y esencial
- 1 cucharada fortaleza; resistir las falsas justificaciones que crean las tentaciones
- 1 taza de disciplina; control y consistencia de acciones
- 2 pizcas de responsabilidad; control de las acciones y las obligaciones personales
- 1 manojo de aceptación; reconocer que todos podemos caer y cometer errores
Recomendación del chef
Las tentaciones son pequeñas grandes pruebas que surgen en el camino, caer en ellas es retroceder. Ten la seguridad de que tú puedes superar cualquier tentación que se te presente, ya que estas solo te van hacer mejor persona. No les temas simplemente véncelas.
Modo de preparación
- Las tentaciones forman carácter, decisión y mejoran a la persona. Por mas irresistibles que sean las situaciones cuando se lucha a pesar del deseo, se fortalece el alma, se consolidan los pensamientos y de diluyen las falsas promesas que incitan a pecar.
- No se puede ignorar las pequeñas acciones. Toda acción cuenta y crea consecuencias, nada pasa desapercibido por más insignificante que sea la gestión. Convencerse a si mismo de que no pasa nada es simplemente caer en una tentación que lleva a un mal camino.
- Confrontar a las tentaciones y no caer es triunfar. Quizá es más fácil caer en la falsa ilusión y en el camino del placer, sobreponerse y enfrentar cara a cara aquello que invita a deslizar es una acción que siempre lleva a la grandeza personal.