Un año más, Cupido contraataca. Flechas bien afiladas, dianas pintadas con corazones, vuelve a visitarnos para solaz de los más afortunados.
Ocurra lo que ocurra, lo cierto es que San Valentín es ese día del año en que abundan los ramos de rosas rojas y las cajas de chocolates.
Pero dulces y flores aparte, disfrutar de una buena cena romántica entre velas puede ser también un perfecto regalo, ya sea en casa o en algún otro lugar especial por descubrir.
La ciudad de México es uno de los lugares con mayores opciones para este especial día de febrero.
Antes de empezar con las sugerencias de ‘sorbo y bocado’, un poquito de historia.
Según los diccionarios, fue en el 270 DC cuando el emperador Claudio II prohibió a las parejas jóvenes unirse en matrimonio.
Su teoría era que, una vez casados, los hombres se volvían reticentes a dejar a sus familias para alistarse en el ejército, algo obligatorio en la época. No obstante, un obispo llamado Valentin decidió desobedecer esas órdenes y siguió uniendo en secreto a aquellas parejas que se lo pedían. La tragedia ocurrió cuando el Emperador se enteró y mandó decapitarle un mismísimo 14 de febrero.
Así pues, desde aquel día miles de enamorados tomaron a San Valentín como su patrón y celebran en esta fecha el triunfo del amor.
Amor victoriano
Dicho esto y una vez regalado un poquito de conversación para tan romántica velada, quisiera ayudarlos con la lista de algunos lugares para festejar la noche en la mejor compañía. La mayoría de los restaurantes y hoteles diseñan menús especiales para esta fecha. Pero lo cierto es que también sino tiene la previsión de hacer reservas con tiempo, lo más probable es que a la mera hora termine buscando desesperadamente un libro de recetas para organizar algo en la casa.
Para aquellos que buscan un ambiente de poesía, nada mejor que retroceder en el tiempo hasta el emblemático Les Mostaches, de elegante decoración de estilo francés envuelta en la suave música de piano en la comida, y de violín y piano en la cena, entre meseros luciendo guantes, algo poco visto en estos días. Pero a pesar de ello en lo absoluto se respira un aire acartonado, al contrario, es un lugar donde llegamos a relajarnos y a disfrutar.
Como buen restaurante francés, el menú ofrece un desfile de tradicionales y deliciosos platillos galos, como lo es la sopa de cebolla, la quiche Lorraine, rollos de pato, caracoles a la provenzal y estofado de res a la bourgignone. También los hay con toques mexicanos, como el abulón al chipotle. En los postres no puede faltar la crème brulée o las crepas. Todo es una delicia.
Por supuesto, el conjunto bien regado con vino, ya sea tinto Friné Luigi Bosca, proveniente de Mendoza, Argentina, vino conjuga las notas elegantes del emblemático Malbec, los bríos salvajes del Syrah y la inconfundible delicadeza del Merlot. Denota la pasión y el arte de su creación. Es un vino que nace del corazón. O un blanco Chardonnay Monte Xanic, de color amarillo paja con tonos brillantes, así como un potente aroma con notas de fruta citrica, toronja. En el fondo persiste el aroma cremoso de la mantequilla.
Y por qué no, una burbujeante copa de champagne Dom Perignon, las sensuales burbujas que son alegría pura, mucha euforia, un momento privilegiado semejante al que se vive en la plena juventud. Es una bebida como ninguna, que desde el principio siempre fue la elegida para celebrar en las más prestigiosas fiestas.
El amor habla italiano
No está de más que recordemos que el amor habla más italiano que francés: pensemos en ese balcón famoso de Verona con Romeo y Julieta haciendo promesas de vida y muerte.
Venecia, ¿hay un lugar más romántico en el mundo?
Casanova, en Italia hacia suspirar a medio planeta. Rodolfo Valentino partió a romper corazones a Hollywood con pasaporte italiano.
En la ciudad de México algunos de los mejores lugares para rendirle culto a la cocina de este país son Alfredo di Roma, cuya fama se ha extendido por el mundo gracias a sus recetas tradicionales, las cuales son preparadas cuidadosamente. Cada una de las especialidades de la carta conserva el espíritu de una añeja herencia gastronómica, como el fetuccine, que nadie debe perderse.
También está Acquarello con su «Cucina del Sole» o Cocina del Sol, que equivale a la cocina de estación o temporada que hace alusión a la importancia de observar las diferentes estaciones del año, tener paciencia y esperar el proceso de maduración de los productos para poder disfrutarlos en su máximo esplendor, pureza, frescura y calidad. Su especialidad es la cocina de autor contemporánea y su menú cambia cada estación del año.
Tampoco hay que perder de vista a la Cantineta del Becco, un restaurante de sofisticada elegancia, con diseño completamente italiano. Una cocina a la vista de alta tecnología que permite que el comensal disfrute e interactúe con la preparación de los platillos. El lugar aporta un concepto nuevo en México: L’aperitivo, un momento de convivio en la terraza en medio del bosque de Santa Fe, en la barra de mosaico con sus bocadillos y miniature, preparados de forma teatral. Auténtico con su fábrica de pasta fresca y de embutidos recién cortados, que deleita los paladares de los sibaritas.
Entre copas y platillos
Una de las películas más taquilleras de los últimos tiempos fue Sideways, ese relato de amor donde un par de amigos refuerza sus convicciones y redescubre sentimientos en medio del Napa Valley y bebiendo mucho pinot noir.
Una buena opción para el día de San Valentín es visitar un restaurante con buena carta de vinos, por ejemplo El J&G de St. Regis, relativamente joven en México, pues abrió sus puertas el año pasado, y ejemplifica la filosofía de Jean-Georges, la fusión entre la cocina asiática y francesa. Posee un concepto cómodo y elegante a la vez que combina una selección de los mejores aperitivos y acompañamientos de Jean-Georges que se encuentran entre su portafolio de restaurantes internacionales alrededor del mundo. Además, ofrece una experiencia culinaria única, cómoda y elegante que combina una selección magnífica de carne y pescado para crear los mejores platillos, también cuenta con una gran selección de vinos.
El Nobu de Plaza Arcos también es una excelente opción, es uno de los mejores y más elegantes restaurantes de América Latina. Desde junio de 2009 ofrece los aclamados platillos del Nobu, el restaurante japonés más reconocido al rededor del mundo por su innovadora gastronomía.
Dirigido magistralmente por el reconocido chef Nobu Matsuhisa, quien ha logrado fusionar exitosamente la cocina tradicional japonesa con los sabores inigualables de la comida latinoamericana y occidental creando un estilo propio que cautiva cada día a más comensales alrededor del mundo.
Ofrece cuatro diferentes espacios, cada uno con una atmósfera bien definida para disfrutar del ambiente y descubrir la Nueva Cocina Japonesa. Un elegante lounge en combinación con la majestuosa barra del bar es la bienvenida a este restaurante.
Un restaurante nuevo y suculento es el Todd English Olives, en Park Plaza, en Santa Fe, que ofrece un concepto acogedor, casual y vanguardista, con una gran oferta culinaria que transmite la diversidad de la cocina rústica mediterránea interpretada por sucreador, el galardonado chef Todd English, donde se encuentra excelente comida variada y saludable, ambiente relajado y todos los elementos para una suculenta experiencia con sabor mediterráneo. Se trata de una fusión, interpretación y mezcla de la cocina griega, marroquí, libanesa, israelí, francesa, tunecina o egipcia, entre otras, que incorpora elementos locales, ofreciendo platos accesibles y deliciosos. La carta cambia con cada estación del año, lo que asegura la frescura de sus alimentos. Considera pescados, carnes, mariscos, flat bread con seis versiones (pieza de pan y delgada), platillos vegetarianos y los libres de gluten, así como la apertura y disposición para elaborar menús específicos acorde a las necesidades del comensal.
Para los amantes de la gastronomía japonesa está en Wa, que tiene sucursales de Insurgentes Sur, Palmas y Santa Fe, es un acogedor restaurante con varias mesas de teppanyaki, así como una gran variedad alimentos y bebidas.
Su ambiente es casual, moderno y ofrece una terraza bar, en donde siempre reina un fresco y juvenil ambiente. El Wa retoma fuertemente el valor de compartir, ya sea con la familia, con amigos, con la pareja o con compañeros de trabajo para disfrutar aquellos momentos especiales y memorables.
En cuanto a los alimentos, su carta es muy variada, por lo se puede elegir desde entradas frías, como paté de salmón, hasta entradas calientes, como rollitos de rib eye, entre muchas otras. En cuanto a sushi, la decisión es realmente difícil porque también hay mucho a elegir entre los makis, sashimi, kushi-yaki y nigiri. Todos ellos también ofrecen muy buenas opciones. También se puede escoger entre una deliciosa variedad de sopas, ensaladas, arroz y pasta.
Así pues, por mucho que, año tras año, Cupido se vuelva cada vez más caprichoso, lo importante es que siempre tomes las previsiones para ser de los primeros en tener una mesa reservada (e iluminada con velas).
Y es que las posibilidades de encontrar un lugar donde decirse «Te quiero» son infinitas. Sólo es cuestión de probar y… el resto lo pondrá la noche y la compañía.