No sé si es instinto natural o deformación, pero el lastimar al otro hasta derrotarlo es considerado como un deporte o en todo caso un buen negocio, en el cual uno gana y el otro pierde. No podemos omitir que esto de triunfar o ser derrotado es una especie de chiste porque el simple hecho de subir al cuadrilátero, supone ya un ingreso para quien puede hacerlo, igual el que recibe mucho dinero venza o mal logre su oportunidad que el que por amor al deporte puede viajar, hospedarse en un hotel razonable, comer y hasta obtener una medalla. Pero no siempre lograr el primer lugar deja satisfechos a todos, por ejemplo, en la última contienda del apodado “canelo” –derivado esto por el color de su cabello- a la gente que esperaba la derrota vergonzosa del otro y por ende descalificación total no le gustó que el triunfo hubiese sido por “decisión”. Así es de relativo el ganar o perder y lo mismo se juzga en un examen escolar, lo necesario para obtener un empleo o los procesos llamados democráticos en política.

Los resultados a fin de cuentas son tan relativos, como lo que cada cual piensa, expresa y percibe, sobre todo por aquello que nos enseñaron las abuelas “cada cabeza es un mundo”. Al respecto un avezado lingüista -George playoff- ha dejado buenos análisis de lo que denomina “Los marcos o estructuras mentales” conformados para distinguir lo que cada quien entiende como las políticas sociales e instituciones, que permitan llevar a cabo determinadas acciones. En dichos conceptos el autor afirma, que la gente aun cuando asegura votar por sus intereses, lo cierto es que lo hace más por su propia identidad, con quien compite. Existe la posibilidad de que dicha identidad coincida con los intereses –alguien vota por el menos preparado pues espera verlo hacerse rico y poderoso y le haga a él igualmente adinerado y con poder- más allá de si sus valores son similares o todo lo contrario. ¿Es por ello que personas de valores panistas o priístas pueden con facilidad integrarse a morena? ¿Si alguien es sujeto de una modificación de este tipo, de verdad está mutando o simplemente había mentido todo el tiempo? ¿Qué puede hacer idéntico a un universitario bien preparado, con cierto nivel de inteligencia para votar por alguien de calificaciones diametralmente opuestas?

Una de las ventajas de quienes se convierten en magos de la propaganda, es que logran meter a un buen número de votantes –ciudadanos, inversores, dirigentes etc.- en un determinado marco conceptual que lleva a las masas hacia donde los dirigentes esperan llegar. Si alguien logra que muchos asuman que los judíos, los negros, las mujeres sean considerados inferiores y por ende debe ser castigado o eliminado, la gran mayoría será capaz de pelear en la calle o en una guerra por alguien con dichas características. Así pues, la única forma de evitar llegar a este punto es no permitir ser integrado a tal concepto. Leí con mucho interés el último artículo de un ex procurador, maestro de la UNAM y gente distinguida, donde asegura que se avergüenza de ser parte de un país, como nos han querido convencer que es México. A partir de lo expresado por esta persona a la que sigo respetando, tomé la decisión de definir mi propio marco conceptual como una ciudadana que coincide con personas ganadoras, inteligentes, trabajadoras, creativas y audaces, que estamos listos para participar en la definición y elección de alguien que con similitud de identidad esté dispuesto a servir y engrandecer a México aun cuando lo que le dejen para iniciar su trabajo sea un tiradero. Me congratulo de identificar cada vez más personas reacias a ser encasillas en conceptos que identifican a unos cuántos -menos de la tercera parte de los votantes, como débiles, seguidores del fracasado o de esos que solo creen en el triunfo sustentado en la derrota ignominiosa del otro, aunque sea mayoritario. ¿está usted convencido de que se puede remontar las crisis, con la sola participación inteligente y ordenada de los que por un momento estuvieron callados? ¿Se siente tan fuerte como para no permitir que le encasillen en un marco conceptual que ni siquiera tiene pies ni cabeza?    ¿Está seguro de entender que el camino no es la descalificación, sino la organización de muchos que si creemos en México y sus ciudadanos?

Muchos mexicanos hoy disfrutan de doble nacionalidad o tienen hijos, nietos, sobrinos… en fin familia con opciones de crecer en diversas geografías; pero no siempre es suficiente esta circunstancia para intentar tener una vida más satisfactoria. Bien sea usted, nacido en México, hijo de padres mexicanos o simplemente naturalizado lo importante en este momento son las definiciones. Si usted es de los que auténticamente se avergüenzan de este maravilloso país ¿Qué espera para salir de una de las puertas que le permitirían entrar a su “otra nación”? Si no es el caso porque en su evaluación con honestidad se da cuenta de lo mucho que vale México ¿Qué espera para actuar a fin de ser factor de importancia en lo que aún nos queda?

Al igual que Usted, muchos otros mexicanos entendemos que nos debilita no solo difundir sino incluso poner atención en los errores del otro, sus mentiras y sus manipulaciones. No se deje atrapar en las balandronadas de aquel con quien no se identifica, participe, anime a los ciudadanos valiosos a hacer lo propio, deje de lado la apatía, el desánimo, el suicidio social y la vanidad sin contenido. Si ya comprobamos la imposibilidad de quien ostenta el poder para cumplir con lo ofrecido, construyamos otro marco mental y preparémonos para hacer crecer a México.

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