Las fiestas de fin de año empiezan temprano en México y no solo porque desde el 3 de noviembre ya todos los centros comerciales vendan decoraciones navideñas. Del 16 al 24 de diciembre, los mexicanos celebramos una serie de fiestas conocidas como posadas. Como tantas tradiciones nacionales, las posadas son herencia del sincretismo entre el catolicismo traído por los conquistadores españoles y las distintas cosmogonías mesoamericanas.

El origen de las posadas fue religioso aunque ya se ha secularizado. La reunión que antes recordaba el peregrinaje de María y José para pedir asilo antes del nacimiento de Jesucristo se ha transformado en un pretexto para ver a los amigos y fiestear cerca de la Navidad.

La tradición mexica que se suplantó con las posadas fue el Panquetzaliztli o advenimiento de Huitzilopochtli. Las fechas en las que se celebraba coincidían con las de la Navidad, de modo que los colonizadores la sustituyeron por nueve días de misas de aguinaldo. Así nacieron las posadas mexicanas.

¿Qué no puede faltar en una posada?

Las posadas han cambiado con los siglos, pero la versión contemporánea lleva ya algunas décadas celebrándose de manera consistente. Aquí te contamos cuáles son los indispensables de las posadas para cuando te toque organizar la de tu cuadra.

Rezos y villancicos: Es una fiesta católica, así que naturalmente lleva consigo oraciones y cantos alusivos al nacimiento de Cristo. Para cantar la letanía los invitados se dividen en dos grupos: uno se mete a la casa o espacio cerrado (los hospederos) y el otro se queda afuera (María y José). Los cantos pueden encontrarse fácilmente en línea.

Veladoras y bengalas: Que te regañen por estar jugando con las velitas, veladoras o bengalas encendidas es un clásico de la infancia mexicana. Estas luces alumbran el camino de los peregrinos desde Nazaret hasta el pesebre de Belén.

Colación: Un pequeño regalo comestible para los asistentes a la reunión. Representa los aguinaldos que entregaban los españoles en las misas que sustituyeron al Panquetzaliztli.

Piñatas: Si creías que las piñatas solo existían para entretener a los niños durante las posadas, has vivido en el error. Estos recipientes de barro forrados con papel de colores y rellenos de fruta o dulces son de origen chino y su rol en las posadas es simbolizar el triunfo del bien sobre el mal. ¿Cómo? Los siete picos de la piñata representan a los pecados capitales y pues… la idea es romperla a palos. Así es como la fe y la bondad derrotan a la tentación para acceder a las bendiciones de Dios (lo que tenga adentro la piñata).

Ponche: No tiene un significado religioso pero se bebe en estas fechas por tratarse de una bebida que combina las frutas mexicanas de temporada. Se sirve caliente y lleva tejocote, caña, ciruela pasa, manzana y guayaba, además de que se adereza con canela y piloncillo.

Buñuelos: Estos postres se preparan con masa frita y endulzada con piloncillo y canela. Los hay de distintos tamaños y se venden comúnmente en las ferias de las iglesias. Son típicos de la época navideña.

Al final cada quien celebra estas fechas como mejor le conviene. Si lo tuyo es una posada más secular podrías sustituir los rezos con alguna tradición no religiosa (como el intercambio de regalos) y el ponche con alguna de estas cervezas creadas especialmente para la temporada decembrina.

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