No importa quien esté a cargo del Palacio Nacional o la Secretaría de Educación Pública, el sistema educativo mexicano no parece mejorar sus resultados en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA). Se trata del examen internacional que lleva a cabo la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) cada tres años en decenas de países en el mundo y que tiene por objeto evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad.

Generalmente, el informe del PISA saca a relucir aquellos países que han alcanzado un buen rendimiento y, al mismo tiempo, un reparto equitativo de oportunidades de aprendizaje, ayudando así a establecer metas ambiciosas para otros países. Según la OCDE, además de la evaluación académica, los estudiantes son analizados socioeconómicamente a través de una encuesta que es completada después de la parte analítica del examen.

El examen evalúa las habilidades de estudiantes de 15 años de edad en tres áreas: matemática, ciencia y lectura. Participan miles de estudiantes de todo el país, que son elegidos al azar de varias escuelas públicas y privadas. La prueba como tal consiste de una serie de preguntas, mayoritariamente realizadas ahora en la computadora, donde los estudiantes deben demostrar sus habilidades y conocimientos de esas tres materias. El examen dura dos horas. En México, el examen se lleva a cabo desde el 2003.

El desempeño promedio se ha mantenido estable en lectura, matemáticas y ciencias, a lo largo de la mayor parte de la participación de México en PISA (Crédito: PISA 2018/OCDE)

El desempeño promedio se ha mantenido estable en lectura, matemáticas y ciencias, a lo largo de la mayor parte de la participación de México en PISA (Crédito: PISA 2018/OCDE)

El país norteamericano no parece haber mejorado sin importar que tipo de políticas educativas se implementen a nivel nacional. El desempeño promedio se ha mantenido estable en lectura, matemáticas y ciencias, a lo largo de la mayor parte de la participación de México en PISA. Solo el desempeño en PISA 2003 (en lectura y matemática) fue significativamente inferior al desempeño de PISA 2018 y solo en PISA 2009 (en matemáticas) fue significativamente superior al desempeño en PISA 2018. En todos los otros años y todas las otras áreas el desempeño promedio de México no fue distinto al observado en PISA 2018.

Los datos claves también indican que los estudiantes mexicanos siguen por debajo del promedio OCDE en lectura, matemáticas y ciencias. “En México, solo el 1% de los estudiantes obtuvo un desempeño en los niveles de competencia más altos (nivel 5 o 6) en al menos un área (Promedio OCDE: 16%), y el 35% de los estudiantes no obtuvo un nivel mínimo de competencia (Nivel 2) en las 3 áreas (promedio OCDE:13%),” dice el informe publicado este martes.

Pero esto no es totalmente negativo, tampoco. Estos resultados ocultan ciertas tendencias muy positivas que, teniendo en cuenta que el sistema mexicano ha sumado aproximadamente unos 400.000 estudiantes desde que se empezó a tomar este examen, también son importante de resaltar. Por ejemplo, el puntaje alcanzado por al menos el 90% de los estudiantes en México mejoró en aproximadamente 5 puntos por cada período de 3 años, en promedio, en cada una de las tres áreas principales (lectura, matemáticas y ciencias). Esto conlleva una muy buena consecuencia: las brechas entre el mejor y peor rendimiento de los estudiantes del país se acotado, indicando que hay también un progreso igualitario de la educación en México.

Además del examen propiamente dicho, los estudiantes deben responder un cuestionario en el que se les hacen preguntas sobre sí mismos y sobre sus hogares para poder contextualizar los resultados del cada examen. En ese sentido, la brecha de desempeño relacionada con el nivel socioeconómico bajo por más de 3 puntos del 2009 al 2018. Aunque el nivel socioeconómico también fue un fuerte predictor del desempeño en matemáticas y ciencias en todos los países participantes de PISA, en México esta correlación sigue estando por arriba del promedio de los demás países.

En temas de igualdad de género, los resultados continuaron mostrando una amplia ambigüedad comparado con el promedio en casi todos los países de grupo. Las chicas obtuvieron 11 puntos más en lectura que los chicos (promedio OCDE: 30 puntos). La brecha fue menor que la observada en 2009 (25 puntos), aunque el rendimiento de los chicos se mantuvo estable durante el período. Mientras que los chicos superaron a las chicas en matemáticas por 12 puntos (promedio OCDE: 5 puntos) y en ciencias por 9 puntos (promedio OCDE: las chicas superaron a los chicos por 2 puntos).

Por último, en los demás temas que encara el examen, México estuvo mas o menos dentro del promedio: “Como en promedio en los países OCDE, el 23% de los estudiantes informaron haber sufrido acoso escolar (bullying) al menos algunas veces al mes.» Pero los estudiantes mexicano también mostraron su bondad: el 86% de los estudiantes en México estuvo de acuerdo o muy de acuerdo con que es bueno ayudar a los estudiantes que no pueden defenderse.

Por suerte, parece que no hay problemas con la motivación de los maestros: “Alrededor del 85% de los estudiantes en México estuvo de acuerdo o muy de acuerdo con que su profesor mostró placer en la enseñanza (promedio OCDE: 74%),” dice el reporte.

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