Un meritorio homenaje póstumo será ofrecido por el Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de la Secretaría de Cultura federal, en honor a la artista y gestora cultural mexicana Marta Palau (1934-2022), quien dotó a Tijuana, a su público y a su comunidad artística en el mapa del arte contemporáneo.

Una muestra de su proyecto más destacado en la región, la Bienal Internacional de Estandartes, será inaugurada en el Vestíbulo del Museo de las Californias este jueves 6 de octubre con el título In memoriam: Estandarte de la cultura bajacaliforniana a 19:00 horas, actividad que será de entrada libre.

Muestra de la exhibición In memoriam: Estandarte de la cultura bajacaliforniana

Marta Palau Bosch, fallecida el pasado 12 de agosto de 2022, fue reconocida en vida por el Cecut en 2019 cuando una sala expositiva situada un área aledaña al Museo de la Californias, fue nombrada en su honor, como un espacio dedicado a exhibir la obra de artistas regionales.

In memoriam: Estandarte de la cultura bajacaliforniana exhibe el estandarte de Marta PalauNahualli, creado en 1992 y también estandartes ganadores de la Bienal Internacional de Estandartes entre 1996 y 2014.

El público podrá ver nuevamente las dos piezas co-ganadoras del Salón Internacional de Estandartes ES96, una titulada Observatorio de Luis Camintzer (Lübeck, Alemania, 1937); y The South de Eduardo Tokeshi (Lima, Perú, 1960); así como al estandarte ganador del II Salón Internacional de Estandartes ES97 John Valadez (Los Ángeles, Estados Unidos, 1951) de quien se exhibe la pieza Bocabajo.

Mural
La artista realizó el mural Los que quedan (2001) que decora el muro de salida del Museo de las Californias

El Ganador del III Salón Internacional de Estandartes ES98 fue José Morales (Nueva York, Estados Unidos, 1947) con el estandarte Paso doble; en la edición del año 2000 Daniel Joseph Martínez (Los Ángeles, Estados Unidos, 1957) resultó ganador con Autorretrato.

Se exponen también los estandartes ganadores de las ediciones 2002, 2004, 2006 y 2008 Rojos por naturaleza de Delcy Morelos Sandoval (Tierralta, Colombia, 1967); El muro de las promesas de Ricardo Lanzarini (Montevideo, Uruguay, 1963); El Idiota (autoretrato) de Aldo Guerra (Monterrey, Nuevo León, 1978) y Complexo do Alemão de Paulo Climachauska (São Paulo, Brasil, 1962) respectivamente.

Los estandartes The blind leading the blind de Ana Quiroz (Ciudad de México, 1966); Declaraciones de Flavio Garciandía (Cuba); y Transcodificación (Beta Deccay #4) de Shinpei Takeda (Osaka, Japón, 1978) fueron declarados ganadores en 2010, 2012 y 2014, respectivamente e integran también esta exposición.

Palau Bosch estudió técnicas plásticas como el grabado en el Taller de la Ciudadela de Guillermo Silva Santamaría (1921-2007) y el tapiz con Paul Lingren (1923-1989) en la Universidad Estatal de San Diego. En 1960, se mudó a Cataluña para estudiar las técnicas textiles y escultóricas en el taller de Josep Grau Garriga (1923-2011) en Barcelona.

Fue destacada la serie gráfica que en 1981 realizó en homenaje al presidente Lázaro Cárdenas, quien durante su mandato (1934-1940) aceptó refugiar a varios republicanos españoles en México, lo que propició su llegada a este país.

Convertida en artista plástica, investigadora y gestora cultural fue reconocida por sus pinturas, grabados, esculturas y tejidos, principalmente. Su obra se sitúa en la vanguardia de la experimentación, tanto plástica como temática. Fue una de las primeras artistas visuales en México en abordar tópicos de género en su obra, y en explorar nuevos formatos de creación influida por las culturas indígenas y por la arquitectura.

Su dominio y predilección por la expresión en las técnicas textiles y escultóricas desarrolladas con Garriga formaron parte integral de su obra, sus esculturas «blandas» adquirieron notoriedad tanto por manipular la textura y el volumen para lograr formas orgánicas, como por las temáticas naturalistas y sensuales que abordaban. De regreso en México, co-fundó el Salón Independiente en 1968, un espacio creado por artistas que buscaban exponer libremente y experimentar con nuevos materiales.

Para la década de los años 1980, su obra se enfocó en los elementos rituales y mágicos de las culturas indígenas. Piezas como Nahualli (curandera) celebran lo femenino al mismo tiempo que el origen, la migración, el poder creativo y el ritual dentro del cuerpo, basándose en materiales orgánicos, lo cual supone una metáfora de la defensa del mundo natural sobre la imposición de la estética occidental.

La originalidad de su propuesta le permitió realizar exposiciones individuales e instalaciones de piezas de gran formato en México y resto del mundo, destacan sus muestras en el Palacio de Bellas Artes (Del tapiz a la escultura, 1974 y Mis caminos son terrestres, 1985), Marta Palau: 30 esculturas en materiales textiles (Museo de Arte Moderno, 1978).

Sobresalió también una exposición resultada del taller Marta Palau (Museo de Artes Decorativas, La Habana, 1986), Nahualli (Centro Cultural Mexiquense, 1990), Lo uno y lo múltiple y todas las guerras (Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, 2004).

Entre los reconocimientos que Palau recibió están el premio en la II Bienal de La Habana (1986) por su pieza Bastones de mando, la beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en tres ocasiones (1993, 1997, 2003), el doctorado honoris causa por la Universidad de Lérida (2002), el Premio Nacional de Ciencias y Artes en al área de Bellas Artes (2010), además de formar parte del Consejo Consultivo del Museo de Mujeres Artistas Mexicanas.

En el Centro Cultural Tijuana su legado se concentra en su obra, pero también en su trabajo como gestora cultural, promotora de las artes y curadora, Palau coordinó varios proyectos expositivos reuniendo a artistas de distintas latitudes y fomentando la producción de arte en México.

Fue en Cecut donde desarrolló el proyecto del Salón/Bienal Internacional de Estandartes (1996-2014) poniendo a Tijuana bajo el reflector y exponiendo a sus artistas frente a la visión de los expertos, curadores, periodistas y audiencias del arte contemporáneo.

Fue una asidua colaboradora del recinto en múltiples facetas y, dado su interés por la cosmovisión y estética de las culturas originarias de Baja California, realizó el mural Los que quedan (2001) que decora el muro de salida del Museo de las Californias.

Palau es una de las creadoras mexicanas más destacadas del último siglo, no sólo como artista sino también como activista, docente y gestora cultural, desarrollando su trabajo en sitios disímbolos y distantes como Tijuana, Michoacán y Ciudad de México.

La sala de exposiciones temporales en Cecut, que lleva ahora el nombre de Marta Palau, hace honor a quien dedicó su vida a la promoción del arte nacional y regional, una artista innovadora y trascendente que trazó nuevas rutas de creación, y a una persona que logró tocar tantas vidas, profesional y personalmente.

Actualmente se expone en esta sala la muestra fotográfica Ellas no bailan solas de la artista de la lente Angelica Escoto, exhibición inaugurada el mismo día del deceso de Palau.

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