Naturalmente, las elecciones del próximo martes 3 de noviembre en Estados Unidos se han concentrado en la presidencial. Sin embargo, las elecciones del Congreso tendrán un peso muy importante en el poder real que tendrá Donald Trump o Joe Biden los próximos cuatro años.

Comencemos con la posibilidad de que gane el candidato demócrata a la Presidencia. Hoy tiene una ventaja importante en las encuestas y los modelos de predicción. Los apostadores se muestran más escépticos por el posible triunfo de Biden al otorgarle un 60% de probabilidad de ganar, por arriba de Trump que está en 40 por ciento, pero tampoco es una diferencia espectacular.

Vamos a asumir, sin embargo, que, efectivamente, gana Biden. Todo indica que los demócratas, que hoy tienen mayoría en la Cámara de Representantes, mantendrán el control de ese órgano legislativo. Hoy, en las apuestas, le están dando una probabilidad de 85% de que así suceda. Entonces, el partido del presidente Biden tendría mayoría en una de las cámaras del Congreso.

El tema está en el Senado. Actualmente, los republicanos tienen 53 de los cien senadores. Ergo, cuentan con mayoría. En la próxima elección estarán en juego 35 de los cien escaños, de los cuales 23 los tienen ahora los republicanos y 12 los demócratas. Esto quiere decir que los republicanos tienen más que perder en esta elección.

Los demócratas requieren ganarles tres senadurías a los republicanos para empatarlos en 50. (Cuando el Senado está dividido en partes iguales, el vicepresidente de Estados Unidos, en su carácter de presidente de esa Cámara, es el que desempata. Si Biden gana, en este caso sería su compañera de fórmula, Kamala Harris, la que desempataría).

La pregunta es, entonces, si los demócratas pueden arrebatarles tres o cuatro asientos a los republicanos. La respuesta es sí.

¿Dónde?

Primero, en Arizona, un estado tradicionalmente republicano, pero que, por razones demográficas, está votando cada vez más demócrata. La actual senadora es Martha McSally, nombrada para ese puesto por el gobernador de la entidad cuando murió el senador John McCain. Se está enfrentando al candidato Mark Kelly, el esposo de la célebre exrepresentante Gabrielle Gifford, quien se hizo famosa porque intentaron asesinarla al estar a favor de un mayor control para la compra de armas. Las encuestas hoy favorecen al demócrata; en las apuestas le dan un 80% de probabilidad de ganar.

Segundo está Colorado. Ahí el senador republicano Cory Gardner está enfrentando al exgobernador demócrata John Hickenlooper. Las apuestas apuntan a que ganará el segundo con una probabilidad de 90 por ciento.

Tercero en la lista está Maine. Con 78% de probabilidad, los apostadores creen que la demócrata Sara Gideon le arrabatará la senaduría a la republicana Susan Collins.

Y podría haber un cuarto, en caso de que el demócrata Cal Cunningham le gane su curul al republicano Thom Tillis en Carolina del Norte. Hoy, de acuerdo con las apuestas, hay un 60% de probabilidad de que así ocurra.

Ahora bien, los demócratas también podrían perder el escaño que actualmente tienen en Alabama. Hay un 85% de probabilidad de que así sea.

Luego entonces, para concluir, la elección en el Senado está igual de buena que la presidencial: los apostadores le están dando la misma probabilidad, 60%, a los demócratas de quedarse con el control de la Cámara Alta.

De ser así, Joe Biden tendría el apoyo de las dos cámaras del Congreso, lo cual le permitiría ser mucho más agresivo con su agenda legislativa.

Esto, por cierto, preocupa a los mercados por la percepción de que Estados Unidos podría moverse hacia las posturas de la izquierda más radical que representa Bernie SandersElizabeth Warren y Alexandria Ocasio-Cortez. En todo caso, lo que más le gustaría a Wall Street es que, si gana Biden, los republicanos mantengan el control del Senado, de tal suerte que haya gobierno dividido en Estados Unidos.

¿Y si gana Trump?

Lo más probable es que se mantendrá la actual situación de gobierno dividido, ya que los demócratas retendrán, por lo menos, la mayoría en la Cámara de Representantes.

 

                Twitter: @leozuckermann

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