En el mundo posterior a COVID-19, la recuperación de los viajes aéreos requerirá un enfoque gradual para aumentar la confianza en la experiencia del pasajero y garantizar la salud y la seguridad. Para hacer eso, se necesitará restaurar la confianza, comenzando incluso antes de que el pasajero ingrese a la aeronave, en el aeropuerto.
Para lograr este objetivo en los aeropuertos, se tendrán que considerar tres niveles de implementación:
Nivel 1: Tecnología biométrica
En un mundo posterior a COVID, los pasajeros desconfiarán del contacto de persona a persona y de tocar demasiadas superficies. Permitir un viaje de pasajeros sin contacto debería ser una prioridad, y la biometría es la clave.
Una identidad digital única, basada en datos biométricos del pasajero, vinculada al pase de abordar o pasaporte, permitiría al pasajero moverse de manera segura a través de cada punto de contacto del aeropuerto que es susceptible a largas colas y congestión.
La integración de la biometría en los quioscos de autoservicio y las nuevas aplicaciones móviles, permitirán a los pasajeros minimizar el contacto con los quioscos y otras superficies de procesamiento del aeropuerto y les permitirá usar su propio dispositivo para viajar por el aeropuerto, eliminando la necesidad de que los viajeros entreguen documentación al personal.
Si bien hay varias formas de tokens y biometría, las soluciones de software de reconocimiento facial deberán adaptarse a los desafíos actuales y abordar a los pasajeros que usan máscaras protectoras. La industria desarrollará rápidamente nuevas soluciones para abordar estas y otras limitaciones, pero estas soluciones deberán implementarse rápidamente para lograr que los pasajeros acepten la seguridad en la industria de la aviación.
La buena noticia es que muchos aeropuertos ya han explorado soluciones biométricas, y grupos como IATA, ICAO y ACI ya han recomendado la biométrica de un solo token como parte de la visión para el futuro de aumentar la capacidad de rendimiento del aeropuerto, mejorar la seguridad y la experiencia del cliente.
Nivel 2: Monitoreo de salud y alertas
La salud de los pasajeros y la de sus compañeros de viaje será lo más importante para los pasajeros en el mundo posterior a COVID. Demostrar un monitoreo efectivo de la salud de los pasajeros es un tema primordial para aumentar la confianza.
Las mismas unidades que escanean la biometría pueden integrar cámaras de verificación de temperatura térmica de manera relativamente fácil y rápida, escaneando temperaturas elevadas u otros síntomas. A medida que escanea, alertará al pasajero y a los miembros del personal a través de dispositivos móviles si se detecta un umbral de temperatura, permitiendo que el pasajero se desvíe a un lugar designado para realizar pruebas adicionales.
La triangulación de diferentes biomarcadores podría proporcionar a los aeropuertos y pasajeros un enfoque en capas para detectar mejor las enfermedades y garantizar la seguridad de los pasajeros.
Fase 3: Gestión del tráfico y congestión del aeropuerto con inteligencia artificial
A pesar de que la biometría mejora el movimiento sin contacto a través del aeropuerto, el espacio adicional requerido para el distanciamiento social en las áreas del aeropuerto que ya son propensas a la congestión, como el control de equipaje, las líneas de seguridad e inmigración, las puertas de embarque y las áreas de reclamo de equipaje, puede exacerbar rápidamente los puntos críticos de viaje.
Pronto podremos abordar esos puntos débiles mediante inteligencia artificial y análisis de negocios. Utilizando la gran cantidad de datos generados por los movimientos y sistemas de pasajeros, podemos recopilar datos en todos los sistemas aeroportuarios, lo que permite a la administración del aeropuerto anticiparse y adaptarse mejor a la congestión abriendo nuevas vías y mejorando el flujo general del tráfico.
Los aeropuertos no solo pueden usar esto para planificar y desviar el tráfico, en última instancia, esta tecnología podría incluso integrarse en un sistema de “semáforo” para los pasajeros. Este sistema puede identificar cuándo un área está en capacidad, se está acercando a su capacidad y o está despejada para pasar.
Conclusión
No hay duda de que la llegada de COVID-19 ha causado una grave interrupción en los viajes aéreos. Sin embargo, también generó creatividad e innovación en toda la industria.
Si bien algunas de estas tecnologías estaban en desarrollo, la pandemia nos ha ayudado a verlas de una manera completamente nueva para la recuperación de los viajes aéreos en un momento posterior a COVID.
La situación actual que enfrenta la industria requiere innovación, determinación y cooperación.