Los padres no son seres perfectos, de hecho hay unos casos, que son muy difíciles o problemáticos, sin embargo esta no es razón para dejarlos de respetar o no ser un buen hijo.
Los padres son las personas que han hecho, el acto más valioso que puede existir, te han regalado tu vida, gracias a ellos aquí estas disfrutando el hecho de estar vivo. Esta es la razón más importante que hace que tus padres se encuentren en una categoría distinta a la de todas las otras personas que conoces. Un padre es más que un amigo, más que un maestro, un padre, en realidad no tiene comparación.
Los hijos generalmente actúan buscando la aprobación y el cariño de sus padres y en algunas veces, puede ser, que sus intenciones no sean el de lastimarlos, solo que hay ocasiones que sin querer, sus acciones y sus decisiones no son las más adecuadas o correctas. Puede ser en que se actúa sin pensar o por estar mal aconsejado y por lo tanto, las consecuencias son dolorosas, acompañadas desde luego del clásico “te lo dije, me hubieras escuchado antes, porque no me hiciste caso….”
Si bien los padres no siempre pueden o saben cómo ayudarte, nunca dejan de querer
Ser un buen hijo no es un solo acto de respeto, ser un buen hijo te hace una persona valiosa, integra y más aún, te da paz interna y satisfacción moral.
Respetaras a tus padres, es uno de los principios básicos de toda la cultura, en todos los escritos religiosos, en los decretos morales y en la educación civil, se establece que el respeto a los padres es una obligación que tienen los hijos. Pero más allá de ser una obligación, el ser un buen hijo y respetar a sus padres es una formación importante que sirve de marco de referencia para formar el carácter propio y también, para cuando se establecen futras relaciones, ya sea de pareja, amistades y hasta en el trabajo.
No importa qué tipo de personalidad tengan tus padres, cada hijo, tiene la obligación de respetar y honrarlos. Muchas veces es más difícil que otras, ¡sin duda! Pero esto no justifica o excluye a la persona de su obligación para hacerlo.
Puede ser que la edad y los intereses de cada quien sean distintos (padres e hijos) por lo que cada quien tenga otra percepción de la vida. Sin embargo siempre, es recomendable escuchar el punto de vista y los consejos que tengan los padres que ofrecer, después de todo, ¿quién más que ellos desean el bienestar y la felicidad de sus propios hijos?
¿Sabías que el respeto es una forma legítima de querer más a tus papás?
La receta
Respetando a mis padres
Ingredientes:
- 1 taza de respeto – reconocimiento y aceptación por el valor de la relación
- 1 manojo de gratitud – agradecimiento por haber recibido la vida y todo lo demás
- 1 pieza de honor – dar el lugar de importancia y admiración que se merecen
- 1 cucharada de constancia – actitudes diarias con muestras de cariño
- 1 cucharada de confianza – certeza y conocimiento del amor y el apoyo incondicional
- 1 pizca de ojo noble – ver la bondad y la generosidad que ofrecen siempre
Recomendación del chef:
Recuerda que a los padres se les quiere y respeta en vida y en muerte. Demuéstrales cuanto los quieres y todo lo que estás dispuesto hacer por ellos todos los días, esto te va a dar satisfacción y tranquilidad.
Modo de preparación:
- Reconoce el lugar y la importancia que tienen tus padres. Hay tener en mente en todo momento que pase lo que pase y digan lo que digan, que gracias a tus padres tú tienes vida. Eso es razón suficiente para respetarlos, callarte y no lastimarlos a pesar de todo.
- Aprender, escuchar y acompañar a tus padres cada vez que puedas te hace una persona más sabia y más feliz. Cada familia tiene su historia, conocer de tus raíces te da fuerza para poder lograr tu misión y poder llegar a mejores lugares en la vida.
- Respetar y honrar a los padres no significa que ellos saben todo y no se pueden equivocar. Más bien quiere decir que a pesar de que no piensan igual, sabes que los tienes que respetar. No se trata de demostrar que tú sabes más que ellos o que ellos están equivocados.