Guanajuato es tierra productora de vinos en la que se puede vivir una gran experiencia enológica. Se dice que el cura Hidalgo enseñó a los habitantes de la zona a cultivar las vides y a producir el vino, sentando las bases de la cultura vitivinícola que hoy hace grande al estado.
A pocos minutos del centro de la ciudad de San Miguel de Allende, famosa por su elegancia cultural y arquitectónica, se encuentra el espléndido complejo Viñedos San Lucas, que por su belleza particular nos hace sentir como en La Toscana. Se trata de un innovador concepto en el que un desarrollo inmobiliario, un hotel y un restaurante se diseñaron en torno a un viñedo, a lagos y olivos.
El hotel está rodeado del viñedo, de un ojo de agua y de la tranquilidad de la naturaleza. Ya sea que sólo seamos huéspedes o que decidamos adquirir una casa en este edén, San Lucas nos sorprende con la belleza de sus paisajes y con sus recorridos especiales, con los que conocemos el proceso de elaboración de los vinos y el taller donde se procesa la
lavanda, además de degustar los vinos y quesos locales, fabricados siguiendo el estilo europeo.
Una de las experiencias más significativas es la degustación personalizada en una de las salas de cata, donde los sentidos se relajan mientras aprendemos y compartimos sobre el mundo del vino. Las condiciones específicas de la tierra, su capacidad de drenaje y las variaciones del clima hacen de San Lucas el lugar perfecto para el cultivo de vides, olivares y lavanda.
San Lucas es el hotel hermano del Viñedos San Francisco y Viñedos Santísima Trinidad, desarrollados bajo el mismo concepto de tener una casa dentro de un viñedo. Además de tener habitaciones cómodas y vistas al cielo siempre azul, el hotel cuenta con alberca, jacuzzi, y un restaurant donde se prepara un menú basado en ingredientes orgánicos. Los platillos se maridan con los vinos producidos en el viñedo. Son vinos prestigiosos que han posicionado a Guanajuato como un importante productor.
En su cancha de polo se llevan a cabo partidos y torneos, siempre bajo el clima delicioso de la región. Con los paseos a caballo se recorre toda la propiedad a nuestro propio ritmo, disfrutando de la sombra de los árboles o de la libertad de galopar en el campo abierto.
Como compañeros constantes se tiene a los paisajes de ensueño, que nos invitan a sentarnos y contemplar la belleza del lugar. Desde los tiempos del cura Hidalgo, el vino ha servido para transmitir la excelencia de esta tierra, por eso San Lucas, además de ser un remanso de tranquilidad, es un oasis para encontrarnos con nosotros mismos y con la historia.
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