El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular fue adoptado este lunes por representantes de más de 150 gobiernos en la ciudad de Marrakech, en Marruecos, durante un acto histórico que el Secretario General de la ONU calificó como una “hoja de ruta para prevenir el sufrimiento y el caos”.
Durante la ceremonia, António Guterres aseguró que el pacto proporciona una plataforma para adoptar “acciones humanas, sensatas y mutuamente beneficiosas” que se apoyan en dos “ideas simples”.
“En primer lugar, la migración siempre ha estado con nosotros, pero debe ser administrada y segura; y en segundo,las políticas nacionales tienen muchas más probabilidades de tener éxito con la cooperación internacional”, explicó.
Las políticas nacionales tienen muchas más probabilidades de tener éxito con la cooperación internacional.
Guterres reconoció que algunos Estados decidieron no adoptar el Pacto, y expresó su deseo de que en el futuro lleguen a reconocer el valor para sus sociedades y se unan a ese “proyecto común”.
El titular de la ONU acogió con satisfacción el abrumador apoyo mundial para el acuerdo no vinculante, recalcando que, a las personas en movimiento «voluntario o forzado», sin o con autorización legal, se les debe respetar sus derechos humanos y su dignidad.
La adopción del texto, también conocido como el Pacto de Marrakech, coincide con el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Guterres dijo que «sería irónico si, en el día en que se conmemora la proclamación de la Declaración, consideremos que los migrantes deben ser excluidos de su alcance”.
Ante los periodistas, el titular de la ONU afirmó que se trató de un momento muy emocional para él presenciar la adopción del Pacto y recordó a la comunidad internacional que no se trata de un tratado ni de un documento legalmente vinculante, sino que “es un marco para la cooperación internacional arraigado en un proceso de negociación intergubernamental de buena fe, lo que reafirma el principio de la soberanía del Estado.
Guterres lamentó las falsedades que se han expandido sobre el pacto y sobre la migración en general y recordó que el acuerdo no establece un nuevo derecho que permita a las personas elegir dónde y cuándo ir, sino quesolo reafirma que los migrantes deben disfrutar de los derechos humanos, independientemente de su estuto de migrante
Junto con el cambio climático, la migración no regulada se ha convertido en un problema apremiante en los últimos años. Cada año, miles de migrantes pierden la vida o desaparecen en rutas peligrosas, a menudo víctimas de traficantes.
Según datos de la ONU, a nivel mundial, más de 60.000 migrantes han muerto en sus desplazamientos por rutas peligrosas desde el año 2000, lo que el Secretario General calificó como «una fuente de vergüenza colectiva».
Una oportunidad maravillosa
Louise Arbour, representante especial de la ONU para la migración y encargada de supervisar el proceso, aplaudió la adopción del Pacto, calificándola de «una ocasión maravillosa, un momento realmente histórico y un gran logro para el multilateralismo«.
Arbour felicitó a los Estados miembros por trabajar «muy duro para resolver las diferencias, para comprender las complejidades de todas las cuestiones relacionadas con la movilidad humana en los últimos 18 meses».
Añadió que el Pacto «tendrá un enorme impacto positivo en las vidas de millones de personas: los propios migrantes, las personas que dejan atrás y las comunidades que luego los hospedarán», pero que esto dependerá de que se implementen efectivamente sus iniciativas.
El pacto, como guía
La presidenta de la Asamblea General, Maria Fernanda Espinosa, se hizo eco a las palabras de Arbour y recalcó durante la ceremonia que el pacto es una guía, un instrumento con un conjunto de estándares, un referente para las políticas públicas de los Gobiernos y una respuesta global a una realidad que solo se puede enfrentar con un movimiento conjunto.
“Es un momento histórico, porque le estamos poniendo un rostro humano a la migración y porque estableceremos con este pacto un acuerdo y un compromiso para cooperar, intercambiar, aprender unos de otros sobre todas las dimensiones de la migración y los retos que enfrentan los países de origen, destino y tránsito”, dijo.
Por su parte y en representación de la sociedad civil, la activista de los derechos del niño, Cheryl Perera, habló sobre su trabajo voluntario contra la trata de niños. Ella instó a los delegados a aprovechar al máximo la oportunidad que brinda el Pacto Mundial para la Migración.
“El Pacto ofrece una oportunidad histórica ahora para que ustedes cumplan con sus obligaciones existentes de proteger a los niños e invertir en las personas jóvenes de todo el mundo. Pero esto no termina aquí. Se deben abordar los riesgos subyacentes de la migración forzada e insegura, como el cambio climático, la exclusión política social, los desastres y la desigualdad, y necesita de una vez por todas para poner fin a la detención de inmigrantes, así como prevenir el tráfico y proteger a las víctimas y no criminalizarlas”, dijo.
El multilateralismo, la única forma de avanzar
La canciller alemana, Angela Merkel, también dio la bienvenida a la adopción diciendo que ya es hora de que la comunidad internacional se ocupe del tema de la migración.
Los estados no pueden aceptar que los traficantes sean los que deciden quién cruza a los países.
Merkel advirtió que el «enfoque por sí solo no solucionará el problema», enfatizando que el multilateralismo es la única forma de avanzar. Ella admitió que su país necesitará más mano de obra calificada de fuera de la Unión Europea y tiene un gran interés en la migración legal.
También reafirmó que los Estados miembros deben hacer frente a la migración ilegal y que se compromete claramente con la protección de las fronteras para prevenir la trata de personas, como se indica en el Pacto.
“Los estados no pueden aceptar que los traficantes sean los que deciden quién cruza a los países. Debemos resolver tales asuntos entre nosotros, dijo Merkel.
América Latina
En el marco de la reunión de Marrakech, El Salvador, Guatemala, Honduras y México han presentado en la ciudad marroquí un Plan de Desarrollo Integral para la región que cuenta con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El plan busca ofrecer más oportunidades a los habitantes en sus países de origen, promoviendo el desarrollo, para prevenir la migración y atacar sus causas estructurales.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, destacó que la integración y la cooperación regional son fundamentales para la implementación del Pacto Mundial para la Migración. En América Latina y el Caribe, cerca de 30 millones de personas viven fuera de su país de nacimiento. De ellos, aproximadamente 17 millones son mexicanos y centroamericanos que viven en los Estados Unidos.
Barcena agregó que la región es consciente de la vulnerabilidad y la violencia que sufren muchos de sus migrantes -particularmente mujeres y niños-, pero al mismo tiempo reconoce el impacto social, económico y cultural abrumadoramente positivo de la migración en los países de origen y de destino.
Una buena noticia para los niños
“La adopción del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada, y Regular es un logro histórico para los niños migrantes y los Estados por igual”, aseguró UNICEF en un comunicado oficial.
El Fondo de la ONU para la Infancia asegura que el texto reconoce por primera vez que los niños son fundamentales para la gestión de la migración, y sin crear nuevas obligaciones, proporciona a los Estados una herramienta crítica para cumplir mejor con su labor de proteger, integrar y empoderar a todos los niños, así como ayuda a proporcionar a millones de niños y jóvenes afectados por la migración, la posibilidad de desarrollar su potencial.
“Al poner en práctica las medidas propuestas en el Pacto, los Estados pueden abordar mejor las causas que hacen que los niños dejen sus hogares, brindar a los niños migrantes un mejor acceso a la educación y los servicios de salud y ofrecerles una mayor protección contra la explotación y la violencia. A través del Pacto, los Estados pueden lograr mejores resultados al mantener a las familias unidas y abordar la xenofobia y la discriminación”, se lee en la declaración.
Actualmente, más de 100 países todavía tienen políticas de detención migratoria para niños, si las alternativas a esta medida fueran adoptadas globalmente, el número de pequeños detenidos podría reducirse de un millón a cero.
“Nuestro reto ahora es dar el siguiente paso. Debemos ir más allá del reconocimiento de las vulnerabilidades de los niños migrantes para maximizar sus funciones en el fomento del desarrollo y la prosperidad. Necesitamos hacer un mejor trabajo al involucrarlos y escuchar sus voces, necesidades, preocupaciones y aspiraciones para el futuro… las políticas de migración que funcionan para los jóvenes y los niños funcionan para todos», concluye el comunicado.