Apoyar a Ismael, niño que a los tres años de edad fue diagnosticado con cáncer, es el objetivo de la destacada Fundación Castro Limón a través de la campaña Aporta, que hace uso de las plataformas digitales para recaudar fondos y poder continuar con el tratamiento del niño, y éste pueda tener una vida plena.
La empresa Alibre.io, encargada de desarrollar la aplicación, exhorta a la sociedad a ser parte de la cadena de esperanza de Ismael, haciendo un donativo de cien pesos, ingresando al sitio de internet www.aporta.app/castrolimon, y descargar la aplicación Koperacha.io, que permite registrar una tarjeta de débito o crédito, u obtener un número de referencia para pagar en efectivo en un establecimiento de Oxxo.
El director de la empresa, Rafael Jiménez, aseguró que el procedimiento es totalmente seguro, por lo que ponen a disposición la cuenta de la red social Whatsapp, adscrita al número de teléfono 664 409 00 98, escribiendo la palabra Adopta, para recibir atención personalizada por parte de personal especializado.
Antes de ser diagnosticado con esta enfermedad, el menor comenzó con síntomas de resfriado y dolores de cabeza que se complicaron, encontrando que el niño tenía una protuberancia extraña en el paladar, por lo que fue llevado con un especialista que determinó que Ismael padece Rabdomiosarcoma Embrionario, que es un tipo de cáncer formado por células malignas en el tejido muscular.
Sin embargo, el nosocomio público en el que el pequeño se atendía no ofrecía consultas constantes, ni avances notables en el tratamiento, por lo que su padre se dio a la tarea de investigar todo lo relacionado con la enfermedad y acerca de lugares en donde su hijo podía ser atendido, hasta que se contactó con el Centro Oncológico Pediátrico de Baja California, donde fue hospitalizado de inmediato.
Gracias a la Fundación Castro Limón, Ismael avanza positivamente en su camino a la recuperación, no obstante, actualmente se requieren 300 mil pesos destinados para el tratamiento oncológico de Ismael y más niños como él, el cual comprende desde servicios médicos, gastos de hospitalización, cirugías, medicamentos, análisis clínicos, apoyo nutricional y psico-oncológico, que aumentan la posibilidad de que el menor sobreviva.
Finalmente, Jiménez reiteró que la cadena de esperanza la hacen los ciudadanos, pasando el mensaje con sus familiares y amigos, para que más personas se unan y puedan ser la luz que cambie la vida de un pequeño con cáncer.