El departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), informó que el próximo 31 de marzo se podrá disfrutar del segundo plenilunio del mes, fenómeno conocido como la “luna azul”, que proviene del inglés blue moon.
De acuerdo al informe elaborado por M.Sc. Ricardo Pastrana, el término se refiere a la segunda luna llena ocurrida en un mismo mes, el 01 de marzo fue el primer plenilunio y el segundo será el sábado 31.
El evento sucede porque el periodo orbital de la luna alrededor de la tierra es de 29.5 días. La mayoría de meses, a excepción de febrero exceden el ciclo lunar, y pueden acontecer ocasionalmente dos lunas llenas en el mismo mes.
Esta segunda luna llena de marzo también ha servido para establecer la Semana Mayor de 2018. El que exista luna llena en Semana Santa no es coincidencia pues es la fiesta central del cristianismo cuya fecha no es establecida por el calendario civil. Se determina cada año según movimientos de la luna. En los inicios de nuestra era la cristiandad no tenía claro cuándo conmemorar la Pasión, Muerte, y Resurrección de Jesús de Nazaret, se sabe sucedió cerca a la Pascua Judía. Esto llevó a que distintas congregaciones realizaran festividades en diferentes fechas.
En el año 325 el Concilio de Nicea finalmente da solución al asunto. Se estableció que la Pascua de Resurrección se celebraría cumpliendo la siguiente normativa:
1. La Pascua se celebra en domingo.
2. Que no coincidiese nunca con la Pascua judía.
3. Que los cristianos no celebren nunca la Pascua dos veces en el mismo año.
Pese a lo anterior la controversia continuó entre las Iglesias de Roma y Alejandría, la disimilitudes eran por razones astronómicas. Cada una basaba sus cálculos para establecer la edad de la luna en diferentes ciclos, en Roma se usaba un ciclo de 84 años mientras que Alejandría uno de 19 años. En el año 525 Dionisio el Exiguo convenció a las congregaciones de usar el cálculo alejandrino, unificándose el cálculo de la pascua cristiana así:
: 1. La Pascua Cristiana no debe coincidir con la Pascua Judía.
2. La Pascua debe caer en domingo.
3. Este domingo debe ser el siguiente al plenilunio pascual (la primera luna llena de la primavera boreal.)
4. Si esta fecha cae domingo, la Pascua se pasa al domingo siguiente para evitar coincidencia con Pascua judía.
Por tanto, la Pascua de Resurrección no puede ser antes del 22 de marzo, y tampoco más tarde del 25 de abril. Suponiendo que 21 de marzo (equinoccio de primavera) fuese el día siguiente al plenilunio, habría que esperar una lunación completa (29 días) para llegar a la siguiente luna llena, que sería el 19 de abril; si cayese en domingo, desplazaría la Pascua una semana para evitar la coincidencia con la pascua judía. Si las condiciones del clima lo permiten, prepárese para contemplar la majestuosa Luna Llena testigo mudo del acontecimiento de hace dos mil años que cambió el rumbo de la humanidad.