El futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se puede decidir en la sexta, y penúltima ronda negociadora que empieza el martes en Montreal (Canadá) con la sensación de que el diálogo se está acelerando.
De cara al inicio a la penúltima ronda, que algunos analistas consideran crucial, se están producido una serie de contactos al más alto nivel entre Canadá y México, dos de los integrantes del acuerdo, junto a Estados Unidos.
El pasado jueves, el secretario de Hacienda y Crédito Público de México, José Antonio González Anaya, se reunió en Toronto con el ministro de Finanzas canadiense, Bill Morneau, para tratar, entre otros temas, la renegociación del TLCAN.
El viernes, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció que viajará a EE.UU. del 7 al 10 de febrero para reunirse con líderes empresariales del país, con la intención de poner presión a Washington sobre la necesidad de mantener el acuerdo.
También el viernes, el Gobierno canadiense dijo que la ministra de Medio Ambiente, Catherine McKenna, viajará a las ciudades de México, Houston y Miami del 22 al 24 de enero «para promover el TLCAN» entre líderes empresariales, científicos y líderes políticos.
Y mañana, lunes, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, que comanda el equipo de su país que renegocia el acuerdo, se reunirá, también en Toronto, con el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo.
Freeland y Guajardo se volverán a entrevistar el 29 enero en Montreal, esta vez junto con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, un día después de que se dé por terminada la sexta ronda negociadora del TLCAN.
Este despliegue diplomático por parte canadiense se debe en parte a que, de momento, no están programadas más negociaciones para después de marzo en un año marcado por las elecciones generales de México y las del Congreso de los Estados Unidos, cuya temporada de votaciones primarias dura de marzo a septiembre.
Algunos observadores anticipan que ante la agenda electoral de México y Estados Unidos, el presidente estadounidense, Donald Trump, tiene dos opciones: o iniciar el proceso de seis meses requerido para sacar a Estados Unidos del TLCAN o decretar una pausa en las negociaciones hasta principios de 2019.
En Canadá, muchos temen que Trump, que dependiendo del día se muestra a favor o en contra de mantener el acuerdo comercial, ha decidido acabar con el tratado comercial.
La exlíder del Partido Conservador de Canadá, y miembro del panel asesor de Freeland sobre el TLCAN, Rona Ambrose, declaró el viernes que «no es si (Trump) lo va a hacer, sino cuándo empezará el periodo de retirada de seis meses».
Para Ambrose, el único fin de las rondas negociadoras es proporcionar al presidente estadounidense una excusa para declarar su salida.
Pero la postura oficial del Gobierno canadiense es que todavía es posible llegar a un acuerdo que mantenga en vigor el TLCAN.
Fiel a su imagen de optimista inasequible al desaliento, Trudeau declaró la semana pasada que sigue creyendo en un resultado con el que ganen Canadá, México y Estados Unidos.
«Mi valoración de que hay un camino para avanzar está basado en el hecho de que realmente creo, realmente sé que TLCAN ha sido bueno para el empleo en Estados Unidos, Canadá y la economía mexicana», declaró Trudeau en una entrevista.
«Hay una forma de avanzar para terminar de forma más beneficiosa que ningún otro camino, ya sean acuerdos bilaterales o la terminación del acuerdo o lo que sea. Así que hay buenas posibilidades de que terminemos en una victoria para todos», añadió el líder canadiense.
De forma similar, el ministro de Economía canadiense rechazó el jueves que Canadá esté preparándose para la desaparición del TLCAN e insistió en que sigue trabajando en «el plan A, que es asegurarnos que seguimos siendo constructivos en la mesa y llegamos a un mejor TLCAN que beneficie a todos. Esa es nuestra dirección».
Pero para ello, como ya anunció Freeland, de cara a las negociaciones de Montreal, Canadá tendrá que poner sobre la mesa propuestas «imaginativas» para mantener con vida la renovación del TLCAN.