La Europea resultó ser el lugar ideal para la celebración de Rioja, y para la venta de estos maravillosos vinos y de las copas Riedel que, hermosamente exhibidas entre los vinos, son la mejor inversión para disfrutar como se debe de la gran calidad de los vinos riojanos.
Para los festejos de Rioja en La Europea, nos reunimos hasta un centenar de afortunados, para catar vinos tintos y blancos, en sus variedades Crianza, Reserva y Gran Reserva. Con una amplia oferta para saborear al máximo las bendiciones de las tierras riojanas, los asistentes nos desplazábamos libremente de una mesa a otra, cautivando nuestras miradas con el hermoso diseño de las etiquetas, como la energetica de Pata Negra, o dejándonos llevar por la recomendación vista en la expresión en los ojos de otras personas.
O simplemente, porque el nombre del vino nos resultaba tan familiar por su calidad excepcional, como es CUNE. Para empezar, probamos un CUNE crianza, cuyo color cereza brillante resultaba en una invitación a dejarnos besar por la copa. De inmediato pudimos reconocer sus suaves aromas frutales que quedan después de su añejamiento en barrica de roble, con un final balanceado y suave. Sin dudas, la mejor opción para los amantes de los buenos vinos de sabor ligero.
Entrados en ánimos de continuar con esta experiencia, probamos CUNE Reserva, a modo de constatar las diferencias en nariz y boca como resultado de un añejamiento más prolongado en barrica. En copa, la lágrima de este vino de intenso color nos adelantaba el velo placentero que nos dejaría en boca, prolongado, de frutos maduros y final de persistencia media. Para completar la experiencia, maridamos este delicioso vino con pan rústico y un fino queso parmesano cuyo sabor intensificó la sensación en boca del vino.
Siguiendo con el festival de sabores y aromas, surgió el maridaje más atrevido con pequeños pimientos verdes, asados y con un ligero rocío de aceite de oliva y un toque de sal fina de grano. Sorprendió el sabor dulce de estos coloridos y graciosos pimientos, que fue el complemento ideal para rematar la hedónica experiencia con CUNE Imperial Gran Reserva.
Sin duda, este vino honra con sus excelsas cualidades a su nombre. Su cautivante y profundo color es digno del cuerpo firme pero a la vez fresco del vino, que, aunque maduro, sorprende por un final no ácido por su balanceado nivel de taninos. Para exaltar su sabor y notas en nariz, lo maridamos con un delicioso queso semicurado de leche de cabra. Excepcional, especialmente cuando brindamos con copas Riedel, línea especializada en honrar las cualidades del vino con elegancia.