Un cartel en el baño avisa: si se siente en peligro, alguien le está incomodando o la cita no es como esperaba, pida en la barra un trago Medio mundo para alertar a los trabajadores. Esta es la fórmula que utiliza un bar de Tijuana (Baja California, norte de México) para frenar el acoso que sufren las mujeres en un país rebasado por las cifras de feminicidios.
Dandy del sur, una conocida cantina de esta ciudad fronteriza con San Diego (EE UU), quiere convertir su local en un lugar libre de violencia machista. La decisión la tomaron un sábado en el que, mientras los clientes se apostaban frente a las televisiones para seguir un combate de boxeo, una chica les pidió auxilio para huir de su pareja.
«En realidad la idea me la sugirió una amiga que vio en las redes sociales un cartel en un bar de otro país en el que se ofrecía ayuda a las mujeres que se sintieran amenazadas. Pero la decisión la tomamos después de que una chica nos pidiera ayuda. Tras platicar con ella decidimos sacarla de allí por otra puerta», asegura por teléfono el gerente, Juan Carlos Molina.
Dandy del sur, un bar con 60 años de historia en el que la música sirve para acompañar las conversaciones, quiere extender la protección a la mujer a la calle en la que se encuentra, la conocida como La Sexta de Tijuana. Para ello planean formar una asociación con la que implicar al resto de propietarios de la zona y batallar para que se instalen cámaras y se mejore la iluminación de esta mítica avenida en la que hay numerosos bares.
Es la cruzada de esta cantina contra la violencia machista en un país donde siete mujeres fueron asesinadas al día entre 2013 y 2015 y un 32% ha sufrido agresiones sexuales sin que el autor sea la pareja, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
«Buscamos proteger a nuestros clientes, por lo que queremos que la gente en la calle se sienta segura. Además, cada vez acuden un mayor número de mujeres solas a nuestro local y tenemos que reflejarlo en la zona», asegura.
Esta vieja cantina quiere expulsar el acoso del local y para ello ha creado un cóctel, con un mensaje en clave, que busca ser el mejor aliado de quien se sienta amenazada. La medida no solo sirve para auxiliar, sino también para ahuyentar el machismo del bar.