En inglés se dice «to fall in love». Y creo que resume en sencillas palabras que enamorarse es sin dudas algo arrasador, súbito, que nos toma por sorpresa.
Ese estado cercano a la locura que significa el enamoramiento nos lleva a convertirnos en extremistas acérrimos (‘nunca más querré a nadie como a ti’; ‘nacimos el uno para el otro’)
Taquicardia ante el primer tono del teléfono; insomnio haciendo planes; vértigo; risa fácil; desmemoria.
El amor tiene efectos colaterales muy fáciles de detectar. Irracional y fabuloso a la vez.
Según los más recientes estudios médicos, esa ‘química’ que se produce entre dos personas es en realidad una reacción hormonal que se provoca cuando el cerebro libera oxitocina. Esta hormona disminuye la actividad de ciertas zonas del cerebro vinculadas con el miedo y la desconfianza. El enamoramiento inhibe el pensamiento crítico y activa un neurotransmisor llamado dopamina, vinculado con la motivación y la recompensa.
Eso es lo que le da los visos de locura y de adicción.
El propio Mark Twain dice en su libro El diario de Adán y Eva, «si me preguntan por qué lo amo, descubro que no lo sé. Y realmente no me interesa saberlo».
Cuando la chispa del cortejo se enciende, una multitud de pequeños detalles adquieren sentido: un gesto, los tonos de voz, una mirada.
Y en medio de esas dos miradas, que mejor que una copa de vino.
El vino cumple una de las funciones necesarias para la etapa del enamoramiento: es uno de los mejores desinhibidores y ayuda a relajar.
Un enamorado es un excelente sommelier.
Y aquí mis recomendaciones para el amor:
Tinto Arzuaga
(Ribera del Duero, España)
Tempranillo 90%, Cabernet Sauvignon 7% y Merlot 3%
Es un vino que no deja indiferente por las buenas sensaciones que aporta. Rojo picota con ribetes cardinalicios, con un bonito brillo. Aromas de vino consistente, muy complejos, lleno de matices frutales aderezados con notas de torrefactos. Es un vino en continua evolución, vivo y fresco. Equilibrado y denso, llena la boca con multitud de sensaciones frutales y cremosas. Es sabroso y elegante, perfecto para maridar con multitud de platos.
Terrazas de los Andes Reserva Malbec.
(Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina)
De color rojo violáceo oscuro profundo, limpio y brillante. Su aroma es complejo, revelando notas florales de violeta que juegan con cerezas, típico de la variedad, en el repertorio entran también guindas, pasas de uva y regaliz junto al tostado y la vainilla. El añejamiento en la barrica le aporta complejidad aromática y enriquece al Reserva Malbec con esencias de canela y coco. Con sedosos taninos y texturas aterciopeladas, mostrando una persistencia frutal y floral soberbia que resulta en un vino elegante, carnoso y suculento. Este vino es el producto insignia de la casa, condecorado con 92 puntos en 2004 por Wines & Spirits, #1 en Argentina y Top 100 mejores vinos del mundo en 2002 por Wine Spectator.
Reserva Magna
(Ensenada, Baja California, México)
Este vino de Casa Pedro Domecq se ha creado a la usanza tradicional de los grandes vinos: la cosecha se hace en cajas, la fermentación se produce en lotes pequeños y por variedad, así como las mezclas se realizan con los mejores resultados de las cosechas.
Con esa combinación de uvas como son Nebbiolo, Cabernet Sauvignon y Syrah, no podía menos que tener un color profundo, un granate brillante que te seduce desde la primera mirada, un amor a primera vista.
Un ejemplar intenso, balanceado, elegante que demuestra los grandes vinos que se pueden producir en nuestras tierras Mexicanas.
Polissena
(Toscana, Italia)
De todo el espacio con el que cuenta Il Borro (unas 700 hectáreas), 40 están dedicadas a la producción de vinos de alta gama. La casa posee viñas de cepas importantes, como el Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Sangiovese y Petit Verdot.
Polissena es un vino 100% sangiovese. Con un brillante color rubí, este vino tiene una intensa presencia de frutos rojos. Es seco, elegante y muy balanceado. Es un tinto de final largo y persistente.
Los propietarios, son los Ferragamo, encantadores, elegantes y con mucha clase y este vino es el fiel reflejo de la casa de la tradición y de la calidad.
Ysios Reserva
(Rioja Alavesa, España)
100% Tempranillo
Es un vino de gran complejidad y elegancia, fruto de la diversidad de robles y tostados que el enólogo elige para su elaboración.
Atractivo color rubí. Buena intensidad en nariz. Aromas a frutas negras, ciruelas, moras con un elegante torrefacto. En boca se presenta amplio, a la vez que concentrado y con un tanino bien integrado. Buen equilibrio y largamente persistente.
Marida muy bien con carnes blancas, carnes rojas, caza, asados de cordero, cerdo o buey, aves, setas, quesos curados y azules.
Montecillo Gran reserva Especial
(Rioja Alta, España)
De los viñedos de mayor edad, y sólo en años de calidad de cosecha muy destacables, se recogen las uvas Tempranillo procedentes de la Rioja Alta para la elaboración de este vino. Es un vino criado sin prisa, vinos exclusivos que permanecerán por largo tiempo en barricas bordelesas fabricadas en la propia bodega con roble francés, para terminar su proceso de afinado en botella en botelleros especiales.
De color teja, limpio y brillante. A la nariz, desprende intensos y elegantes aromas a frutas maduras y roble, bien integrados. De gran cuerpo, robusto, aunque elegante. Aterciopelado, vivaz y persistente.
Hijo de la talentosa enóloga Maria Martinez.
La combinación de vino y ciertos productos, puede ser muy afrodisíaco:
Cuando estamos en el proceso del enamoramiento, nos volvemos muy básicos, muy instintivos.
Y déjeme decirle que ese es el mejor momento para disfrutar de los vinos porque estamos con todos los sentidos abiertos: tenemos mejor capacidad de detectar aromas, percibir sabores, y estamos más atentos a los estímulos auditivos, visuales y táctiles.