El artista mexicano Marcos Ramírez «ERRE», quien creció entre Tijuana y San Diego, aseguró que con o sin muro, los mexicanos se seguirán pasando a Estados Unidos.
«Si hacen el muro más alto, habrá túneles más hondos», afirmó el inmigrante fronterizo naturalizado estadunidense.
Recordó que cuando era niño la línea fronteriza no tenía muro, sólo un alambre de púas, y que su casa en Tijuana parecía «consulado» albergando a paisanos en su trayecto al «sueño americano» o deportados.
«Nadie puede penetrar Estados Unidos como los mexicanos», dijo ERRE en entrevista con Notimex, minutos antes de dar una charla en la Galería Sur de Toronto, sobre su trayectoria artística.
Abogado de profesión, con varias décadas de experiencia en el sector de la construcción, ERRE encontró en el arte una mejor forma de expresarse.
Ha realizado varias instalaciones en México, Estados Unidos, España, Alemania, Francia, Rusia y China sobre temas de justicia social, desigualdad, libertades y migración.
«Los pueblos deberían estar unidos, no separados por muros, pero no nos queda de otra, por lo menos los próximos cuatro años», dijo.
El artista afirma que históricamente los mexicanos tienen derecho a una parte del territorio estadunidense. De hecho, una de sus instalaciones fue destacar lo que fue suelo mexicano y que ahora es parte de Estados Unidos.
Reconoció que cada vez es más difícil cruzar la frontera ilegalmente: «Si quieres internarte no pasas por Tijuana, sino por el desierto de Sonora, que es donde Trump quiere hacer el muro».
Aseguró que sólo la gente que tiene dinero pasa por Tijuana, porque los oficiales de inmigración estadunidenses «son corruptibles».
Durante su presentación mostró fotografías de sus instalaciones en San Diego y varias bienales de arte internacionales, en donde ha hecho réplicas de una humilde casa de láminas, muros (barras y cerca para siempre).
También ideó dos grandes caballos y colocó la instalación en la línea fronteriza donde uno miraba hacia suelo estadunidense y otro al lado mexicano. Otra de sus instalaciones fueron dos paredes hechas por manos mexicanas en ambos lados de la frontera, «con diferentes sueldos y condiciones laborales».
Fue idea de ERRE colocar un baño portátil enfrente de la entrada principal del Palacio de Bellas Artes, para atender las necesidades de los cientos de familias que pasean por la Alameda Central, donde, dijo, no hay baños públicos.
Reflexionando sobre la situación actual, el artista fronterizo señaló que «lo importante es cambiar a México, volver al campo y volver a depender de nosotros mismos».